Especial Turismo Costa da Morte | Olveiroa o la carballeira de Berdeogas, a la par que O Ézaro y su cascada. Este Territorio Vákner aúna esencia y garra y la exhibe en lo deportivo.
09 jul 2024 . Actualizado a las 12:11 h.A quien se haya sentado en la aldea de Olveiroa a escuchar en silencio el arrullo del agua, o a quien haya sentido la conexión con la naturaleza que propicia la Carballeira da Lúa, en Berdeogas, la parecerá casi imposible el fenómeno de atracción que generan la playa y cascada de O Ézaro o las miles de almas que mueve el Gran Fondo de ciclismo.
Sin embargo, todos esos mundos no solo existen, sino que son posibles en un mismo municipio, y además rural: Dumbría. Aquí, el visitante sentirá el aliento de la criatura que ha reforzado la identidad de Camiño al finis terrae y que le ha conferido apellido al municipio: Territorio Vákner. Incluso en el deporte está presente esta bestia con la que relató haberse topado, siglo XV, el peregrino armenio Mártiros.
Dumbría presume de garra. Alex Zülle, Tony Rominger, Chiapucci o Induráin ya han unido para siempre sus nombres a un Gran Fondo Ézaro que enfila su 11.ª edición —7 de julio— y que toma por escenario la Costa da Morte en su conjunto, desde el paisaje a sus valores culturales o patrimoniales. El imponente recorrido concluye en el temido «muro» o mirador de O Ézaro, efecto imán para que más de 1.000 participantes, clubes y familias enteras visiten la comarca, no solo ese día, sino hasta una semana. Valverde o Gómez Noya agrandarán leyenda este 2024.
Para no perderse
A Dumbría llegan muchos por su apacible y servicial playa y sobre todo por la cercana cascada [y mirador] de O Ézaro. Se reivindica excepcional en Europa. No es la única del municipio y no pocos atraviesan tampoco la multicultural Olveiroa, pequeña aldea revolucionada por el Camiño. Debería acercarse asimismo al Marco do Couto, confluencia de rutas de peregrinación, donde desde el 2022 una imponente escultura de casi 5 metros y 1.300 kilos, el lobishome Vákner, monopoliza fotos en redes. El sorprendente equilibrio de la pedra Cabalgada de O Brazal le hará cuestionarse sobre las leyes de la naturaleza y el acueducto de Ponte Peón lo arrojará de golpe a un escenario de cuento. Si le queda tiempo, pregunte por las Pozas do Carboal o fotografíe la bravura de un libre ganado mostrenco.