La asociación de vecinos de Baio logra homologar una ruta de senderismo por el río
CARBALLO
Tabeirón gastó unos 9.000 euros de fondos propios para lograr este objetivo
27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La asociación de vecinos Tabeirón, de Baio, ha conseguido que la Federación de Montañismo homologue una ruta de senderismo de unos 13 kilómetros por los márgenes del río Grande do Porto. La entidad lleva desde el 2019 trabajando en su acondicionamiento, en su divulgación y en la construcción de pasos y puentes, aunque las labores se han intensificado en el último año para alcanzar el objetivo final de la homologación. «Fomos lentos, pero seguros, e tiñamos claro que o iamos conseguir», explicó desde la entidad Ramón Castiñeira.
Encargaron la redacción de un proyecto a un técnico especializado y después lo presentaron ante la Federación, que el verano pasado les dio el visto bueno indicándoles una serie de medidas a implementar a lo largo del siguiente año. Ya tenían bastante «traballo adiantado», sostiene Castiñeira, pero aun así tuvieron que encargarse de cuestiones como el marcaje. «E como a ruta é bidireccional, houbo que marcala nos dous sentidos», apunta. En total fueron alrededor de 300 indicadores los que habilitaron a lo largo de los 13 kilómetros de ruta.
Cumplido el plazo, un técnico de la Federación supervisó los avances, y tras comprobar que todo se había hecho según lo indicado confirmó la homologación del itinerario, cuya denominación oficial será PR-G 270. Popularmente, sin embargo, se le conocerá por O Carreiro do Río.
La entidad ya le ha abierto canales oficiales en las redes sociales y ha empezado a publicar información al respecto mientras prepara algún tipo de acto de «inauguración». La inclusión en los catálogos de la Xunta, no obstante, aún tardará unos meses.
«Homologar unha ruta así pode custar entre 30 e 40 mil euros se se lle encarga a unha empresa externa, pero no noso caso fixemos moito do traballo nós mesmos», dijo Ramón Castiñeira. Eso no les eximió de tener que abonar unos 9.000 euros procedentes de fondos propios de la entidad, ya que el acceso a subvenciones también se les complicó al pasar el camino por terrenos privados.
Por delante, bastante mantenimiento y revisiones anuales por parte de la Federación, al menos durante el primer lustro, pero también ilusión y satisfacción por haber cumplido un objetivo nacido de los recuerdos «de cando eramos rapaces e iamos pescar percorrendo todo o río, que despois estaba intransitable», rememora Castiñeira.