Especial industria | La nueva identidad corporativa global del antes Grupo Calvo se presentó como «símbolo de un cambio», pero con pilares inalterables
10 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Parecía algo lógico. Quienes fueron capaces de crear una máquina que produjese 36 latas de atún al minuto, quienes inventaron el pack de tres latas, quienes introdujeron la lata redonda en el mercado español, quienes impulsaron el gran éxito de publicidad Claro, Calvo, quienes elaboraron la primera conserva de atún bajo en sal o quienes lanzaron el revolucionario Vuelca Fácil, una nueva forma de envasar, fabricar y consumir atún, no podían detenerse en este camino de innovación y revisión constante. Lo llevan haciendo desde hace más de ocho decenios, desde que Luís Calvo Sanz pusiese en marcha en los 40 del siglo pasado un proyecto empresarial basado en la elaboración y la comercialización de pescado enlatado en Carballo. Y, así, efectivamente, ha pasado ya un año [fue el 14 de noviembre del 2023] desde que Mané Calvo, consejero delegado, presentó lo que definió como «símbolo de un cambio». Ese día presentaba en sociedad una nueva identidad visual, Nauterra, reemplazando a Grupo Calvo como nueva identidad corporativa a nivel global y paraguas de todas sus marcas comerciales, principalmente Calvo, Nostromo y Gomes da Costa. Todas esas marcas siguen en los lineales, eso no ha mudado, ni tampoco el propósito: «Acercar a los consumidores una alimentación saludable conservando lo mejor de la naturaleza», dijo aquel día. «Queremos representar a todas las personas que forman parte de nuestra compañía y que, sin duda, son y serán siempre parte de nuestro éxito», añadió. Nauterra era el nombre perfecto para una marca global que uniese la pasión por el mar y el compromiso con la tierra. Un paso más allá, de otro lado, para abarcar más que conserva de pescado.
A por un buen 2024
Tradición, esencia y experiencia; productos saludables; innovación continua y compromiso y responsabilidad son los cuatro pilares sobre los que Mané Calvo asentó toda actividad, ya desde los 40, de lo que ahora es Nauterra, un nombre con el que desde luego la compañía siguió afianzando en los últimos meses sus buenos números. El antes Grupo Calvo cerró el 2023 con una facturación de 697 millones, un 3 % más que en el ejercicio anterior, y con un beneficio bruto de explotación de 55,6 millones. También el 2022 había sido superior al 2021, tendencia al alza que va ligada a la implantación internacional: en el 2023 se alcanzaron las 100.846 toneladas de producto terminado, distribuido en 74 países del globo, con Brasil (47 %), España (20 %) e Italia (18 %) a la cabeza. Por ello, «y aunque desde la compañía se observa la situación con cierta cautela», como decían este jueves, «hay motivos para ser optimistas y el ejercicio 2024 también apunta a ser un buen año».
No hace falta imaginarse en lo abstracto este crecimiento en presencia. Muy cerca, en lo físico, está la expansión de la marca en Galicia, con la apertura, hace tan solo dos meses, de nuevas oficinas en Matogrande (A Coruña). Un espacio para albergar, según los datos difundidos entonces, a una plantilla de 44 personas, complementaria a la fábrica y sede de Carballo. Entre los objetivos, mejorar la calidad de vida laboral, minimizar desplazamientos y atraer talento. Un hito, valoró Rebeca Filgueira, directora de Recursos Humanos. Instalaciones modernas, abiertas, facilitando la interacción y fomentando la alimentación saludable o el ejercicio con yoga y pádel. Como ha sido siempre, un paso por delante.
Deporte, literatura, teatro o comercio local, tras la «huella positiva» que se quiere dejar a las personas
El día en el que se presentó la identidad Nauterra, se aludió al anhelo de ser un referente mundial en sostenibilidad. Por un lado, mitigando el impacto de la actividad y, por otro, «dejando una huella positiva en las personas y el planeta». Las decisiones, tomadas con valores. Es así que, ya desde el 2019 se puso en marcha Compromiso responsable, una hoja de ruta en la que se fijaron 21 objetivos a tener cumplidos en el 2025 en tres grandes áreas: océanos, medio ambiente y personas. Cada año, la consecución de esos objetivos es verificada por auditores externos: ocho de ellos ya se habían hecho realidad en junio de este mismo año, antes de lo previsto. El 2023 fue un año de avances: por ejemplo, ya suben al 97,48 % los residuos valorizados en todo el mundo, gestión eficiente que ha permitido que las plantas de Nauterra en Brasil obtuviesen la certificación de Residuo Cero con nivel excelente, y que las de España volviesen a certificarse. Más avances: cerca de la mitad de materiales utilizados en la producción son de origen reciclado o con certificado de origen sostenible, un 99,27 % de los productos que pone Nauterra en el mercado pueden ser reciclados, el 86,76 % de la electricidad que consumen fábricas y oficinas es de origen renovable, más del 80 % de proveedores de riesgo han sido verificados por un tercero independiente, y se han invertido más de 7 millones, con más de 60.000 horas de los equipos dedicadas al desarrollo de nuevos productos y al diseño de procesos más eficientes.
Sobre el territorio
En las palabras «dejar una huella positiva en las personas» se podría incluir también lo social. Ni el Bergantiños ni su amplia familia y cantera serían lo mismo sin el apoyo de una empresa que, aunque multinacional, siempre ha sido familiar. Tampoco la Praza dos Libros de Carballo, ni el FIOT, ni el certamen literario Contos de Primavera. En ese apego a la identidad, he ahí también el apoyo a los Premios Galegos da Regueifa o, la pasada campaña de Navidad, su respaldo al pequeño comercio local. La firma entregó a sus trabajadores cuatro vales de diez euros cada uno para consumirlos en tiendas asociadas al CCA.