El Club Bergantiños, una vida de 55 años en Montevideo, Uruguay

toni garcía de seárez

CARBALLO

Presidentes de distintas instituciones gallegas rodean a la cónsul María Victoria Scola en la celebración de los 55 años del Club Bergantiños.
Presidentes de distintas instituciones gallegas rodean a la cónsul María Victoria Scola en la celebración de los 55 años del Club Bergantiños. .

La raíz prendió aquel 12 de enero de 1969

02 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace muy pocas semanas, festejó 55 años de vida fructífera el Club Social y Cultural Bergantiños de Montevideo. Y lo hizo como siempre, a lo grande, porque lo lógico es que uno ame a su tierra y esté siempre dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, incluso si su tierra te echó por el mundo con una maleta de cartón y los bolsillos vacíos. Sin embargo, el amor lo puede todo cuando naciste en la comarca más rica, hermosa y solidaria y con vecinos que aún hoy firman los acuerdos con un solo apretón de manos.

Pero Galicia (aunque esté alejada) sigue siendo el país de las mil y una fiesta, porque el calendario festero de los bergantiñáns llega a niveles tales que hay aldeas que tienen a lo largo del año, casi tantas fiestas como vecinos. Y lo sabemos muy bien los vecinos de esta parroquia alonxada pola necesidade, que hasta para hacer fiestas tiene sus códigos, a pesar de los años de crisis ¿ qué crisis? ¡Qué crisis ni farrapos de gaita! La fiesta fue para no olvidar el jolgorio y la buena mesa, afanándose en mantener aquello que a los nacidos a la vera del Anllóns, a los hijos o a los nietos y demás personal allegado, le recuerde sus años mozos y, si hay que gastar unos pesos, pues se gastan, y que nos quiten lo bailado. E a quen me dea un pau doulle un peso. 

El presidente Pedro Miras, saludando a los comensales.
El presidente Pedro Miras, saludando a los comensales. .
   

El caso es siempre tener una excusa, la que sea, para atraer por un día especial a cientos de individuos, hambrientos o no, dispuestos a comer lo que le echen con tal de llenarse de abrazos, de besos y de viejos recuerdos de la mocedad pasada y para contarles después a sus amigos y familiares que estuvieron allí, en la calle Millán, que bailaron muiñeiras, tangos y pasodobles, porque mover el esqueleto es bueno para la ansiedad y la autoestima. Y si el condumio del xantar no fue de su agrado, pues tampoco es cosa de se lo guardan para ellos para no perjudicar al Club de sus amores Pero hagamos un poco de historia porque esta unión de veciñanza, comenzó en una rueda informal de amigos mientras acodaban su cuerpo en el mostrador de un bar y el alma se llenaba de melancolía, sin saber que las penas, las añoranzas y la morriña, son como los amores que tan solo se endulzan con vino, como para ahuecar los ojos con los recuerdos..  

Así nació aquel Centro Cultural y Recreativo, con aroma dulce, tan dulce como ese perfume que suele irse pronto pero que deja una nubecilla de sabor, como os neboeiros. Tiene además, un noble nombre celta, pondaliano y enxebre, que también es cosa de agradecer. Ni un paso atrás porque la raíz prendió aquel 12 de enero de 1969, cuando el sol veraniego picaba las losas de las calles montevideanas, cuando un grupo de bergantiñáns colgaron frente a una casona a la que daba cierta esbeltez una entrada señorial, un enorme cartel en el que se leía: «Próximamente, Centro Cultural y Social Bergantiños».  

Nacía así a casa de todos nós.   

Diez mil bergantiñáns

La asistencia fue de más de 200 personas. Al almuerzo asistieron las autoridades del Consulado General de España en Montevideo. Representada por la cónsul María Victoria Scola, así como la consejera de la Seguridad Social, Isabel de Zulueta. En los discursos, la cónsul, a la vez que felicitaba a la directiva del Club, hizo un repaso del registro existente en el Consulado.

Dio cuenta de la existencia de cerca de diez mil bergantiñáns radicados en Uruguay. La lista la encabeza Carballo, con 2.755 residentes legales. Le siguen A Laracha, Malpica, Coristanco, y la termina Laxe, con tan solo 160 inscritos en el Censo de Residentes. Estos datos oficiales, convierten a Montevideo en la parroquia más grande de Bergantiños a trece mil kilómetros de la Galicia peninsular.