En Muxía suele ser habitual tener que recurrir a los camiones cisterna, sobre todo cuando llega el verano, debido al exceso de consumo como consecuencia de la gran afluencia de turistas y peregrinos. Pero, sin duda, el caso más reciente al que tuvo que hacer frente el Concello fue un episodio de gastroenteritis masiva ocurrida entre finales de septiembre y comienzos de octubre del 2021. Se trató de una grave incidencia sanitaria debido a una contaminación bacteriana del agua, que obligó al Ayuntamiento a cortar el suministro durante casi una semana y que dejó, según Sandra Vilela, más de 400 vecinos afectados por gastroenteritis. Durante aquellas jornadas, el ejecutivo presidido entonces por el alcalde socialista Iago Toba, tuvo que recurrir al corte del suministro y proceder al vaciado, limpieza y desinfección de todos los depósitos municipales, además de tener que hacer frente a varias analíticas para ver si era viable, o no, el restablecimiento del servicio.