El delantero asturiano se despide del Bergantiños tras dos temporadas
17 may 2025 . Actualizado a las 20:58 h.El Bergantiños ya ha confirmado sus primeros movimientos de cara a la próxima temporada. A las salidas de Tiago y Kensly, sabidas ya por su condición de cedidos, se unió la de Pablo Longo, que pone fin a su ciclo de dos temporadas en el club. El pichichi de la campaña 2023-2024, sin el que no se podría entender el ascenso de vuelta a Segunda Federación. Su entrega, su poderío físico y su acierto en los minutos finales le hicieron ganarse, además, un gran cariño de la afición rojilla.
—¿Es usted o el club el que toma la decisión de no seguir el mismo camino?
—Las cosas se podrían haber hecho de forma diferente. Van a cumplirse ahora siete meses desde mi lesión y en todo este tiempo no recibí ninguna información sobre cuáles eran las intenciones del club conmigo. Por ello, creí que me tenía que buscar yo la vida y no podía esperar hasta el último momento, por lo que decidí terminar.
—¿Fue una decisión difícil?
—De las más difíciles que he tomado, porque lo cierto es que me han tratado muy bien. Tanto en el pueblo, como en el equipo, los compañeros, los chavales de la cantera y parte de la directiva. He recibido un cariño especial, que quizás no había tenido en ningún sitio. Por eso me molesta un poco esta forma de terminar, porque igual no es la más adecuada por no habernos entendido del todo con el club. Pero que nadie dude que dejo gente a la que quiero mucho y muchos amigos.
—¿Qué tal va la recuperación de la rodilla?
—Bastante bien. Llevo ya un par de meses pegando saltos y corriendo, que junto a pegarle de cabeza, es para lo que sirvo [ríe]. Todo en orden, para agosto espero estar ya con el grupo bien en el equipo en el que esté.
—¿Con qué se queda de su paso por el Bergan?
—Fue muy bonito celebrar el ascenso, pero lo mejor son los amigos que me llevo.