«A miña bici era un luxo, había catro ou cinco en todo Vilaño»

Antón Lestón
Antón Lestón CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Arturo Cotelo, uno de los veteranos en el Día da Bicicleta da Laracha en el 2024, aún recuerda sus primeras dos ruedas. Anima a acudir a la jornada de este domingo

08 ago 2025 . Actualizado a las 00:59 h.

Son muchas las circunstancias que hacen del Día da Bicicleta da Laracha una jornada muy atractiva: el amable recorrido con la impresionante bajada a Caión, el valioso sorteo de premios o la compañía de una multitud de vecinos son los principales alicientes de un evento que tiene, como pocos, ganada a pulso la categoría «para todos los públicos». El año pasado, sin ir más lejos, compartían pelotón Mateo Albert, de seis meses, y Andrés García Mol, de 80 años.

No obstante, el premio al más veterano no fue para este arteixán que ya logró tal reconocimiento en ediciones anteriores —no se encontraba en la plaza en ese momento—, sino para Arturo Cotelo Cambón, que sí estaba presente en el punto final del recorrido, de unos doce kilómetros. «Comecei a andar na bicicleta con doce anos, cunha que me regalou meu pai, e volvín a ela cando me xubilei», comentó Cotelo, con 76 años y natural de Torás. Aún hoy, más de medio siglo después, recuerda bien aquel detalle de su padre: «Era unha Orbea con cambio de marchas, ben completa. Era a envexa dos veciños porque daquela era un luxo, había catro ou cinco bicis en todo Vilaño», contó ayer en Radio Voz Bergantiños.

Una época en la que la bicicleta era mucho más que un medio para hacer deporte: «Empregabámola para todo, eu ía dende Vilaño á Laracha a coller fío e agullas para as miñas irmás, que eran costureiras», indicó. Recuerda que la única caída en su vida fue frente al restaurante Buenos Aires, «chegando a casa, cando a estrada aínda era de pedras, caín para a cuneta e tiven a sorte de que non me pasou nada».

El domingo, a partir de las 11.00

«O Día da Bicicleta da Laracha é unha cousa moi fermosa e pola que hai que dar as grazas á xente que o fai posible, imos vellos coma min e nenos moi pequenos, indo con coidado é unha xornada marabillosa», señala un Cotelo que es rotundo sobre la escasa exigencia de la ruta: «A Caión en bicicleta non vai quen non quere, volver xa é outra historia», apunta entre risas.

No obstante, la organización pondrá al servicio de los participantes dos autobuses para volver a la Praza do Concello, desde donde arrancará la marcha a las 11.00 horas. Desde las 9.30 ya podrá apuntarse allí también la gente de forma gratuita y con una sola obligación: llevar casco. En el Monte da Estrela habrá un avituallamiento para llegar refrescados a Caión, en donde se celebrará el ya tradicional sorteo de premios.

Una cita que sirve a muchos para adquirir el vicio de la bici que Arturo tiene desde hace años: «Agora vou asiduamente ata Malpica, pero hai que arranxar as beiravías, que están en moi malas condicións», demandó.