
Especial Polígonos de la Costa da Morte | El sector de las renovables se expanden por España a la espera de que se resuelvan los litigios en Galicia
17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Son varias empresas de la Costa da Morte, vinculadas todas ellas al sector de las renovables, las que cruzan los dedos a la espera de un dictamen favorable por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en relación a un reciente fallo dictado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El alto órgano judicial europeo ha desencallado un sinfín de proyectos eólicos promovidos por varias multinacionales que, en la actualidad, se encuentran parados por cuestiones de índole administrativa y burocrática.
Algunas de estas iniciativas estaban previstas en la Costa da Morte y en el Concello de Cerceda. Mientras estas empresas y su industria auxiliar tienen carga de trabajo más allá de Pedrafita do Cebreiro, no está nada claro cómo quedará el panorama eólico en la comunidad, aunque, finalmente, el TSXG dé luz verde y secunde el fallo favorable dictado por el alto tribunal de la Unión Europea.
Pablo Echegaray Busto es gerente y fundador de Garaysa Montajes Eléctricos, empresa carballesa con 28 años de antigüedad y sede social en el polígono de Bértoa. Su actividad principal es la construcción y puesta en marcha de subestaciones eléctricas para los parques eólicos que desarrolla la multinacional Naturgy: «Tenemos carga de trabajo fuera, pero nos preocupa lo que pueda pasar aquí, en Galicia», apuntó el empresario bergantiñán.
Garaysa Montajes Eléctricos desarrolla en la actualidad gran parte del trabajo en Andalucía, Castilla-La Mancha y Canarias. Solo en las islas son 14 parques eólicos. En Galicia, la empresa trabaja en los proyectos de repotenciación que se promueven en Vimianzo, As Somozas y San Sadurniño-Valdoviño, pero desde hace cuatro años no se lleva a cabo ninguna iniciativa nueva debido a las sentencias del TSXG, que paralizaron la construcción de nuevos parques eólicos en la comunidad.
«Hablamos de ingresos para las empresas, pero también de empleo. La construcción de una subestación eléctrica para un parque eólico conlleva la contratación directa de unas cien personas, pero también hablamos de empleo indirecto. Y todo eso se ha perdido. Lo único que nos queda a las empresas de aquí es trabajar fuera», incidió el gerente de Garaysa.
Es más, a su juicio, cree que aunque finalmente el TSXG dé luz verde a los proyectos de renovables previstos para Galicia, una parte importante no saldrán adelante finalmente: «Las empresas buscan seguridad jurídica y ahora mismo no existe esta percepción cuando se trata de hablar de un proyecto de renovables en Galicia. Y el dinero previsto para estos proyectos, que ahora mismo están paralizados por estas resoluciones judiciales, es muy probable que acabe invirtiéndose en otras comunidades autónomas, precisamente por esa falta de garantías jurídicas y legales».