Vanessa quiere vivir del rural y con la agricultura regenerativa

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

ANA GARCIA

Horta das Táboas, en Soandres, vuelve al cultivo natural de siempre, del uso de estiércol al de flores que combaten plagas

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tantas vueltas ha dado la agricultura y la ganadería que al final la llave maestra va a estar en lo de siempre. Adaptado a los tiempos para poder vivir de ello con dignidad, pero receta clásica al fin y al cabo.

En la tierra, Horta das Táboas puede ser un ejemplo. El nombre no viene de los pinos serrados, sino del lugar de As Táboas, en la parroquia de Soandres (A Laracha). Justo en la ladera frontal al monasterio. Su responsable es Vanessa Silveira Loureiro, adalid de lo que se ha dado en llamar agricultura regenerativa, y que el nuevo Gobierno central ha prometido impulsar en esta legislatura.

Esa agricultura que respeta la tierra como siempre se ha hecho, sin nada químico, con abonos o refuerzos como es estiércol o la borralla, o de terminadas flores aromáticas para espantar las plagas. Una manera de trabajar que permita germinar la vida de los microorganismos que siempre han colonizado las huertas de los agros al lado de las casas, con suficientes antioxidantes, minerales o vitaminas parar darle vida a las cosechas.  

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La gran novedad es que Vanessa quiere y va a vivir de ello. No lo ve como el típico complemento productivo, sino como un medio de trabajo. Con productos muy variados, sobre todo hortalizas y, de cara al futuro, con frutales y aromáticas. Paso a paso.

«Crieime na Coruña, pero dende pequena ía á casa dos avós e observaba como traballaban eles e os veciños. Sempre me gustou moito». Se fue formando en diversas etapas. Una muy interesante fue en la emigración en Suiza, a donde se marchó (cantón de Zúrich) con 24 años. Pasó nueve años allí, y aprendió sobre todo de aromáticas y cultivos ecológicos en general. «Quedei encantada, aprendín moito. Sobre todo, que traballar a terra non é só arar ou sulfatar», explica.

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En Soandres también puso en marcha un proyecto de horticultura convencional, al que ahora va a dar una vuelta para avanzar en el proyecto que persigue. Además, realizó una ecoformación en Fonteboa. «É onde máis aprendín, alí hai grandes profesionais que saben moito disto», explica. En eso ha tenido mucho que ver el plan formativo y de apoyo de la Fundación Juana de Vega.

Con todo ese abono personal funciona la Horta das Táboas. Los primeros frutos, en todos los sentidos, deberían aparecer ya en esta próxima primavera. Antes hay que preparar la tierra y cultivarla, como es obvio. «Aínda hai quen pensa que che pode pedir algo para xa, e teslle que explicar que isto leva meses», señala.  

Cultivos específicos

Va a centrarse en doce cultivos que no son precisamente habituales, pero que tienen salida en la venta particular o a restaurantes. Desde las espinacas a las remolachas, de los puerros a los canónigos... Algo que además responda a la filosofía «da leira ao prato en 24 horas». Por más que reciba algún apoyo familiar, está ella sola en este proyecto. Tiene una extensión de terrenos de tres hectáreas, pero no todo es cultivo. Ya solo la mitad se reserva para el abono vegetal, y la otra, para labradío. De momento, el sacho y las plantaciones se centrarán en 5.000 metros cuadrados, que no son pocos para «baixar o lombo», bromea.

La Fundación Juana de Vega apoya empresas agroalimentarias    

El proyecto regenerativo de Vanessa Silveira es uno de los beneficiarios, en la edición de este año, del Programa de Apoio a Empresas Agroalimentarias, que ya va por las doce ediciones. Otros emprendedores que deseen optar a estos empujones pueden anotarse (tienen de plazo hasta el 5 de diciembre) en el área de la web de la Juana de Vega destinada a los programas de apoyo (o llamando al 981.654.637).

Está dirigido a personas emprendedoras y a empresas del sector agroalimentario de Galicia, pero también marisquero, forestal o pesquero, además de bioeconomía, proyectos de base tecnológica o servicios relacionado. Y los seleccionados optan a un año de mentorización gratuito, especializado e intensivo, para poner en marcha su idea emprendedora o recuperar una explotación familiar.