Los cinco regidores que hubo durante 40 años, emocionados, relataron en el pregón vivencias en la Xunqueira y en el cargo ante una abarrotada Alameda
14 ago 2023 . Actualizado a las 20:17 h.«O Concello homenaxea aos que, co seu esforzo e dedicación, dende a alcaldía foron responsables en boa medida do progreso de Cee». Una progresión constante, primero despacio, y después, más rápido, gracias al legado de Fernando Blanco. Y desde finales de los 70, ya sin parar. Entre 1979 y el 2019 hubo cinco alcaldes, y a ellos dedicó esas palabras la actual, Margarita Lamela, en el pregón que abrió el domingo por la tarde-noche las Festas da Xunqueira. Primero, con una placa conmemorativa en la entrada del consistorio, y después, con los discursos de todos, en una abarrotada Alameda, llena de emociones, aplausos y recuerdos. Y con la sensación general de que se reconocía el esfuerzo de todos en conseguir que Cee sea ese «lugar referencial» que es, más allá del color político de cada uno.
Manuel Lamela, padre de Margot, fue regidor en dos épocas. En la primera, la alcaldesa era una niña, y al anunciarle que iba a ser alcalde, ella creyó que no tenía físico para tal cargo, que mejor Paco Corbelle. La broma (hubo muchas referencias en general con sentido de humor) la siguió Manuel, recordando además la importancia de reunir a las familias, de la cultura que promovió Fernando Blanco (él fue alumno y profesor en el instituto), de las fiestas, del trabajo de las comisiones, de la Escola de Música, y de mucho más. Manuel Castro recordó las fiestas como referente comarcal, de su importancia en todos los aspectos.
Antonio Domínguez, muy agradecido, dijo que ser alcalde del propio pueblo es la mayor honra que hay. Habló de la responsabilidad de estar en política, ya sea en el gobierno o en la oposición, porque «Cee está por riba de todo». Citó su devoción por la Xunqueira (ser portador de la santa, el cariño que le tiene), a quien le agradeció su salud, además de a la medico.
Ramón Vigo le dio las gracias a Cee por haberle dado su sueño de oro, el de ser alcalde. Recordó numerosas anécdotas, ya desde sus tiempos de niño. De las enormes procesiones, la Xira a Estorde, los primeros coches de choque tras la ampliación del Recheo. Los pasacalles, las bombas de palenque, el partido de fútbol. De los amigos.
Zaira Rodríguez, por su parte, señaló que los pueblos que reconocen su pasado se merecen el mayor respeto, y que con un acto como ese «Cee volve a ir por diante». También reivindicó el trabajo de los políticos en su afán por conquistar mejoras para los vecinos. Un ejemplo es de Cee, del que destacó la constante mejora en la calidad de vida desde 1979, gracia al trabajo de unos y otros. Como sus compañeros, citó y elogió las fiestas, y la importancia de la Xunqueira para todos, algo que Margarita también había resaltado. Y más, tras la coronación de la patrona, el pasado 1 de mayo.