Las deudas ahogan al histórico Cerceda

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CRÓNICA

CERCEDA

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Cerceda es un histórico del fútbol gallego. Un club que el año que viene debería celebrar por todo lo alto sus bodas de oro. Y sí, digo debería, porque ayer saltó el bombazo del grave riesgo de que desaparezca a muy corto plazo. Se celebró una asamblea a la que solo acudieron 18 socios, entre ellos, el alcalde, José García Liñares. El compañero de La Voz de Galicia en la delegación de Carballo José Manuel Ferreiro acudió a la cita porque intuía que se mascaba la tragedia. Había indicios claros y evidentes. José Luis Lemos, que acababa de llegar hace varios meses al banquillo, puso los pies en polvorosa, y el club había dado libertad a todos sus jugadores para que se busquen la vida en otros equipos.

La asamblea de ayer ya no arrancó nada bien. El presidente, Ramón Devesa Morandeira, que llegó al cargo hace un año, anunció que dejaba el cargo «por falta de tiempo». Pero la noticia es que el Cerceda está atenazado por las deudas. Para empezar, una de 62.000 euros con la Diputación del 2011. Otro aspecto tiene que ver con la viabilidad económica. Mantener al Cerceda cuesta 240.000 euros al año, una inversión brutal que no genera el retorno deseado. El que más y el que menos se ha rascado el bolsillo para sacar la entidad adelante. De las últimas doce temporadas el Cerceda jugó nueve fases de ascenso a Segunda B. Tiene un campo de fútbol, O Roxo do Piñeiro, que es la envidia de muchos equipos de Galicia. Sin embargo, al parecer ese gigante tenía los pies de barro en forma de números rojos. Ahora, según explicó José Manuel Ferreiro, el club precisaría 150.000 euros para garantizar su supervivencia un año más.

A los que ayer acudieron a la reunión se les planteó varios escenarios, cada cual más preocupante. Uno sería la desaparición del club, lo que conllevaría la destrucción del fútbol base. La alternativa sería bajar de categoría e, incluso, empezar de cero. El panorama se presenta con negros nubarrones en el horizonte. La salvación pasaría porque alguien tomara las riendas del club, pero parece ser que nadie quiere coger este marrón y apoquinar, para empezar, 44.000 de los 62.000 euros de deuda con la Diputación, además de poner de su bolsillo 150.000 euros del presupuesto. El tiempo apremia y mientras los rivales ya se refuerzan en el Cerceda desconocen qué va a pasar.

Esta desaparición sería la segunda mala noticia para Cerceda en menos de un año, tras el adiós del Patín Cerceda, que disputó durante varias campañas la OK Liga codeándose con monstruos de la talla del Liceo o el Barça. Un problema económico y la falta de relevo generacional frustraron su continuidad. Y como en el hockey, o alguien coge el club o se puede decir adiós a 49 años de historia. Quién lo diría.