El Cerceda rompe el mal fario con el gol, pero cae ante el Majadahonda

José Manuel Ferreiro Negreira
José M. Ferreiro CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

BENITO ORDOÑEZ

Segunda División B El choque concluyó con polémica por el tanto del triunfo

20 nov 2017 . Actualizado a las 09:56 h.

El Cerceda regresó con un sabor agridulce después de lo vivido ayer por la mañana en el campo del Rayo Majadahonda, en la jornada de Segunda División B. El encuentro finalizó con un 2-1, marcador en el que influyó el colegiado en la última acción del partido. Primero señaló un penalti que nunca hubo, por el supuesto derribo de Keko Vilariño, y después, el error más grave, al rematar Juan Cruz dentro del área el rechace y anotar el que sería el tanto de la victoria. Las protestas de los cercedenses de nada sirvieron y el colegiado se mantuvo en sus trece de seguir dando válido ese gol antirreglamentario.

El encuentro comenzó muy igualado, hasta que el Rayo Majadahonda consiguió abrir el marcador (1-0, min 17). Desde ese momento estuvo mejor sobre el terreno de juego, aunque sin inquietar lo más mínimo a un ocioso meta cercedense Magu.

El Cerceda, que no se encontraba a gusto en el encuentro, logró aproximarse a las inmediaciones de Basilio y Dani Pedrosa e hizo lucirse al meta en la única oportunidad de la primera parte, salvo la del gol (min 36).

En la segunda mitad, el Cerceda salió con una marcha más y asumió el mando del encuentro, y comenzó a buscar la meta de Basilio. Durante este período tuvo las ocasiones más sobresalientes. Un centro de Oriol que Hugo Rama remató en buena posición, pero alto (min 46); Dani Pedrosa lanzó con el meta batido y un defensa salvó enviando el balón a córner (min 59), y Tiago Portugal lanzó y se lució el portero anfitrión (min 60). El Cerceda estaba siendo más firme en su juego, en el que buscaba la verticalidad y crear peligro. De esta forma llegó el tanto de Gorka Luariz. Remató de cabeza impecablemente un saque de esquina de Dani Pedrosa (min 94). En ese momento se veía el empate, como mal menor, ya que los hombres de Tito Ramallo estaban haciendo más méritos que los de Antonio Iriondo para llevarse los tres puntos.

Cuando el cronómetro señalaba el minuto 96 llegó la única jugada polémica, ese penalti que nadie interpretó. Magu realizó una gran intervención despejando el lanzamiento de Dani Pachín, y se produjo la decisión más flagrante: Juan Cruz, que estaba cuatro metros dentro del área, remata y marca. Y el colegiado dio el tanto decisivo.