
El Concello pide a la Xunta que analice el caudal que se libera
24 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Dumbría quiere velar por la icónica imagen que ofrece la cascada de O Ézaro, uno de los emblemas de la Costa da Morte y, cada vez más, de Galicia. El gobierno local ha pedido a la Xunta, con sendas cartas enviadas a las consellerías de Medio Ambiente (de donde partió la resolución que obliga a abrir la presa de manera permanente) e Infraestruturas (de la que depende ahora Augas de Galicia) para que analice la cantidad de agua que se libera a diario desde la presa de Santa Uxía.
No es siempre la misma, hay un calendario en la concesión en la que se diferencia por meses y estaciones, pero está en un promedio de 2,23 metros cúbicos por segundo. Así ocurre desde abril del 2011, tras un decreto de la Consellería de Medio Ambiente que a su vez daba cumplimiento a una sentencia. Que, por cierto, fue recurrida en su momento por Ferroatlántica, pero en noviembre del 2015 el TSXG ordenó que se mantuviese el caudal ecológico, además de rechazar las pretensiones de indemnización de 56 millones de euros por parte de la empresa.
Por tanto, la imagen de la cascada permanente está ya asentada y deja muy lejos aquellas aperturas puntuales que inauguró Fraga en agosto del 2000, más o menos una docena de veces cada año. Ahora es un reclamo turístico de primera magnitud, cuya imagen amplificó para el mundo la primera llegada de la Vuelta Ciclista a España, y que volverá a hacer dentro de mes y medio. Diversas infraestructuras, como la nueva pasarela flotante, le han dado más relieve.
El alcalde, José Manuel Pequeño, expresa en las cartas que existe «enorme preocupación» entre vecinos, visitantes y Concello dumbriés por la nueva imagen del salto, más débil de lo habitual. Asegura que «as imaxes falan por si soas». Incluso en el caso de que sí se estuviese cumplimento con el caudal mínimo, añade, tampoco le parece justo, ya que «é evidente» que hasta ahora se soltaba más agua. Y, en todo caso, no le parece razonable que por ahorrar unos litros de agua del Xallas se perjudique a toda la comarca. «O pouco beneficio a maiores que poidan ter non compensa todo o que perde Dumbría e o resto da Costa da Morte», añade Pequeño.
Además, recuerda que justo el año que viene vencerá el plan hidrológico que rige el Xallas desde el 2015, y habrá que pactar uno nuevo. Cree que es el momento de preparar ese momento, para el que queda muy poco tiempo, y gestionar un mejor aprovechamiento del río, por ejemplo con menos liberación de agua en invierno, cuando hay pocos visitantes, y sí garantizarla en verano, cuando las llegadas se cuentan por decenas de miles cada mes.
Pequeño Castro espera que haya acuerdo y la empresa (que ayer declinó hacer comentarios al respecto) recapacite, pero tampoco quiere descartar que la Xunta recupere la concesión del río en caso de que sea necesario, primando siempre el beneficio comarcal.