Agricultura investiga si el brote de peste porcina surgió de un laboratorio
GANADERÍA
La cepa es parecida a la que provocó el histórico brote de Georgia en el 2007, una variante que suele usarse en estudios experimentales. El Gobierno ha comunicado el caso al Seprona
05 dic 2025 . Actualizado a las 18:52 h.El Ministerio de Agricultura cree que la peste porcina africana que afecta a buena parte de la provincia de Barcelona pudo tener su origen en un laboratorio. Aunque la hipótesis inicial de un bocadillo en mal estado arrojado desde un camión no está descartada, al menos por ahora, un informe del laboratorio de referencia de la Unión Europea, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA) de la localidad madrileña de Valdeolmos, determina que el virus causante del foco en Cataluña es del nuevo grupo genético 29, a diferencia de los demás virus que circulan desde hace unos años por varios países de la UE, que pertenecen a los grupos genéticos 2-28.
El de Barcelona, en cambio, es muy similar al grupo genético que circuló en Georgia en el 2007, procedente supuestamente del sureste africano, donde la enfermedad tiene un carácter endémico. «La cepa del virus Georgia 2007 es un virus de referencia que se utiliza con frecuencia en infecciones experimentales en instalaciones de confinamiento para realizar estudios del virus o para evaluar la eficacia de las vacunas, que actualmente están en fase de desarrollo», detalló el departamento que dirige Luis Planas, que ordenó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que investigue los hechos, más allá de la hipótesis del bocadillo contaminado, que hasta ahora era la principal vía de investigación.
Desde Cataluña, el consejero del ramo, Òrcar Ordeig, también señaló la posibilidad de que el brote de Collserola haya podido salir del Centro de Investigación en Sanidad Animal IRTA-CReSA de la Generalitat, ubicado en el campus de la UAB, a pocos kilómetros del lugar donde aparecieron los animales muertos (de los que 13 han dado positivo en peste porcina africana). De hecho, la cepa detectada en el municipio barcelonés de Cerdanyola del Vallès es «muy similar» a la utilizada en «infecciones experimentales» en laboratorios de este tipo, algo que la dirección del centro catalán negó taxativamente. No obstante, Ordeig siguió los pasos de Planas y ordenó, en este caso a los Mossos, la puesta en marcha de un expediente informativo para aclarar los hechos.
Ampliación a 91 municipios
Este mismo viernes, la Generalitat ha ampliado a 91 municipios, los que estableció la Comisión Europea, la prohibición de acceso al bosque para actividades de ocio, caza y forestales. También se ha cambiado la nomenclatura utilizada por el operativo de Protección Civil, basado en radios medidos en kilómetros alrededor del punto en el que se hallaron los jabalíes contaminados, la sierra de Collserola. A partir de ahora, se distinguen dos áreas: la «zona de alto riesgo», que incluye 12 municipios; y la «zona de bajo riesgo» (anteriormente delimitada por un radio de 20 kilómetros), que alcanza a 79 municipios del perímetro. Con ello, las autoridades catalanas esperan que la población tenga más claro qué puede hacer y qué no.
En ambas queda prohibido el acceso al medio natural (bosques, ríos y rieras, prados, campos de cultivo, parques y caminos fuera del casco urbano) o realizar cualquier tipo de actividad en este ámbito, con la excepción del acceso a viviendas, actividades económicas en espacios cerrados, restauración e instalaciones deportivas o hípicas. Tampoco se permite la caza, salvo si es para contener la enfermedad.
El consejero catalán de Agricultura volvió a pedir la colaboración ciudadana para respetar estas medidas hasta que pueda darse el brote por exterminado, y recordó que los Mossos sancionarán a quienes se salten las restricciones. Ordeig destacó que el porcentaje de jabalíes que han dado positivo, todos ellos en la sierra de Collserola, se ha reducido «una barbaridad» aunque no se puede bajar la guardia. En cuanto a los permisos para abatir animales, aseguró que los cazadores tienen autorización para eliminar jabalíes de forma controlada, desde un punto elevado del terreno y con silenciador, pero solo en la zona de bajo riesgo, con el fin de no asustarlos: «El jabalí tiene muy buen oído y olfato, ante cualquier amenaza o estrés se puede ir muchos kilómetros lejos, que es lo peor que nos podría pasar», advirtió.
