Las medusas velero llegan de nuevo a la zona, ahora por Laxe

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

LAXE

De esta especie aparecieron ayer centenares o incluso miles de ejemplares en el arenal bergantiñán, y de momento no se han detectado en el resto

15 abr 2019 . Actualizado a las 10:30 h.

Son pequeñas, venenosas, vistosas e inocuas: las medusas velero (Vellela vellela), que en muchas ocasiones se confunden con las carabelas portuguesas (Physalia physalis: ayer, en un primer momento, se le atribuyó ese origen por error), ya ha llegado a los arenales de la Costa da Morte, y acaba de hacerlo de nuevo por Laxe. Ayer se podían ver centenares de ejemplares de esta especie  en la playa principal de la localidad, poco antes de la marea baja. Una paseante habitual del arenal las detectó y dio el aviso. Horas más tarde aún seguían.

El año pasado, también por el mes de abril, se detectaron algunos ejemplares de carabelas en la playa de Mar de Fóra, en Fisterra. Pocos, en todo caso. Fue en unas fechas en las que se produjeron avistamientos en varios arenales del oeste gallego, llegando hasta Sanxenxo y más al sur. En la Costa da Morte, en principio, no hay por ahora más casos.

En Fisterra, según fuentes municipales, ni se han visto ni nadie ha avisado al respecto. Tampoco en Carballo, lugar donde el responsable de Protección Civil recordaba ayer que, años atrás, casi hubo una plaga de estos invasores que ponen en peligro la biodiversidad, pero también son una pequeña amenaza por contacto. 

El mal tiempo seguramente impida el acceso masivo a las playas, lo que limita los posibles efectos a un hecho transitorio.

Aguas cálidas

Las carabelas son una especie que vive en mar abierto, fundamentalmente en aguas cálidas de algunas zonas del Atlántico, como el Caribe.

Aunque pueden desinflarse para sumergirse, su aspecto habitual es esa tipología de globo que les hace fácilmente desplazables por el viento y las mareas. En las costas andaluzas su presencia es ya más que significativa, hasta el punto que la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han creado grupos de expertos para su estudio.

Mariño, de Axena: «A píllara ten moito potencial en Baldaio»

No todo son especies invasoras en las playas de la comarca: en algunos casos, la Costa da Morte lleva camino de convertirse en un santuario para algunas aves, especialmente las píllaras, protegida y en riesgo de desaparición.

Manuel Mariño, de la entidad conservacionista Axena, señaló ayer que «a píllara ten moito potencial en Baldaio». Este colectivo es uno de los que más se preocupan por su supervivencia y control en buena parte de la costa gallega, labor en la que participan más actores: Hábitat, los agentes medioambientales, una experta de la Facultade de Bioloxía de Santiago y, en Carballo, también el área de Medio Ambiente del Concello y la entidad Senda Nova. Gracias al trabajo común se instalan perímetros de protección en torno a los nidos, que hay que controlar con regularidad. El mal tiempo, los depredadores o la acción de los humanos son sus principales amenazas. Este verano, el tercero consecutivo, no se podrá realizar la limpieza mecanizada entre la desembocadura del río de Pardiñas, en Razo, y el de la ría de Baldaio, según confirmaron ayer fuentes municipales.

Mariño indicó que el trabajo que se realiza en las playas carballesas es un ejemplo a seguir. «Oxalá todos fixeran como neste Concello», añadió. La temporada pasada solo hubo diez crías supervivientes. Una cifra escasa, o eso parece, ya que en Galicia quedan unas 80 parejas. De todos modos, con ser el litoral carballés un punto estratégico, no es el único, ya que el año pasado también hubo vuelos en A Barra, Cabana. La píllara o chorlitejo patinegro se da en más arenales, pero sin éxito reproductor, al menos de momento.