Más de 200 personas vivieron un gran Día da Bicicleta de Malpica

Xosé Ameixeiras
A. Lavandeira CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

El recorrido empezó en Cambre y terminó en el paseo de Area Maior

20 jul 2015 . Actualizado a las 14:17 h.

Un paseo en bicicleta por Malpica te lleva a ver viejas iglesias, una de las joyas del megalitismo de la Costa da Morte, cruceiros originales, viejos molinos, pinares, campos amplios y, sobre todo, el Atlántico y las Sisargas, acostadas cerca de San Adrián, como un trozo de tierra que alguien quiso arrancar y arrastrarlo por el mar. El Día da Bicicleta fue eso y mucho más.

Más de 200 personas, muchas de ellas familias enteras, participaron ayer en el pelotón organizado por La Voz de Galicia, Radio Voz y el Concello de Malpica. Muchos acudieron directamente al atrio de Cambre pedaleando desde las localidades del entorno. Un buen grupo hizo uso del servicio del Ayuntamiento, que puso un camión para cargar las bicicletas en la capital del Concello y trasladarlas hasta el lugar de salida. Los participantes también tuvieron transporte a su disposición para que estuviesen listos a la hora de salida.

El ambiente en Cambre era excepcional, con gentes llegadas desde A Laracha, Carballo, Coristanco, Laxe, Ponteceso y otras localidades de la zona. Tras las inscripciones y el reparto de camisetas, el edil de Deportes, Iago Espasandín, dio la salida. También estaban el alcalde y el edil Miguel Fernández. Se sumaron a la comitiva los clubes ciclistas de Carballo y Os Zappelíns y las peñas Castro da Croa, Vilarnovo y Media Ducia, que nunca falta en el Día da Bicicleta.

El pelotón discurrió ágil por Leixoada, A Pedrosa y la pista que pasa ante la iglesia de Lieloio y su fornida casa rectoral. Al llegar a Buño hubo reagrupamiento. La marcha discurrió entonces plácida por la villa oleira, hasta adentrarse hacia el Forno do Forte, aunque no hubo parada. Entonces se dirigió a la parroquia de Cerqueda. Antes de llegar al Carballo de San Estevo, estaba al fondo, junto al riachuelo, la gran muralla de la Abelleriza, una construcción tradicional que invita a una nueva visita más somera.

Pronto llegó el momento del avituallamiento. El establecimiento hostelero de Aldeola agasajó a los participantes con un amplio surtido de fruta y liquido. Fue el momento de la distensión y de las bromas, también entre los ediles Miguel Fernández y Alfredo Cañizo, líder de AIM, en la oposición, a cuenta de las elecciones municipales.

Dolmen

Una vez reanudada la marcha, el pelotón se adentró en campos y pinares hasta llegar al cámping Illas Sisargas. Más adelante está el dolmen de Pedra da Arca. Hubo parada para reagrupar. Apenas hubo visitas al megalito. Prefirieron descasar sobre las bicicletas. Comenzó aquí la última parte del paseo, hacia Santiso de Vilanova, con muchas de sus casas bien restauradas, la iglesia y los cierres suntuosos.

El último tramo fue un suspiro. Tirando hacia O Canido ya apareció el Atlántico con sus vistas refrescantes. La bajada hizo más divertida aún la marcha y ya apareció el paseo marítimo, lleno de gente que se alegraba por ver llegar los animosos ciclistas. Incluso hubo algún aplauso. No era para menos, realmente fue un gran Día da Bicicleta.