Religiosos de Bergantiños que dejaron huella: de una futura santa a cofundar San Francisco

luis ángel bermúdez fernández

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Representación de Pedro Benito Cambón en el antiguo Centro Comarcal de Bergantiños, en Buño
Representación de Pedro Benito Cambón en el antiguo Centro Comarcal de Bergantiños, en Buño ANA GARCIA

El fraile malpicán Pedro Cambón participó en la misión que acabaría convirtiéndose en la gran ciudad estadounidense

14 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Bergantiños ha sido tradicionalmente un arciprestazgo eminentemente clerical, ya que en sus parroquias germinaron gran cantidad de clérigos, tanto para el ámbito secular como el regular.

Muchos bergantiñáns nutrieron los seminarios; con posterioridad parroquias, capellanías, cabildos colegiales y catedralicios; también monasterios, conventos y misiones. En el municipio de Malpica, es importante poner en relieve la figura de Pedro Cambón (1738), franciscano que desarrolló sus tareas apostólicas en América, especialmente en una misión, que fue germen de la ciudad estadounidense de San Francisco.

En la parroquia de San Breixo de Oza, recibió las aguas bautismales en 1696 el jesuita Ignacio García Gómez, misionero en Chile, rector de varios colegios de la congregación y prolífico escritor de obras de corte espiritual. Publicó en Lima (por ejemplo) la novena en honor a la Virgen de Pastoriza (1745). Murió en el colegio jesuita de Santiago de Chile, en el año 1754.

En la parroquia de Carballo, y nacida el 7 de noviembre de 1851, tenemos a Modesta Salgado Berdía, hija de Baltasar Salgado (natural de Chamín) y Agustina Berdía (de Buño), que fue bautizada por Antonio María Collazo. Con cuarenta años, el 15 de mayo de 1891, tomó el hábito benedictino en el monasterio compostelano de San Paio de Antealtares, con el nombre de sor Socorro de San Plácido, e hizo la profesión un año y un mes después. Pese a que, a los pocos años de entrar, estuvo gravemente enferma y desde 1916 estuvo postrada en cama debido a los continuos achaques, desempeñó el cargo de abadesa, por nombramiento papal y durante dos cuatrienios. Tomó posesión el 17 de octubre de 1906, luego de la muerte de la anterior abadesa. Una de sus primeras medidas en tomar, aconsejada y animada por varios benedictinos y prelados, fue la aceptación en Antealtares de varias monjas de Oviedo, con el fin de implantar una vida más observante y comunitaria. El monasterio prosperó en el abadiato de esta carballesa, especialmente luego de la fuerte crisis económica que había sufrido.

En el cercano convento de las Mercedarias, tomó el hábito de la orden (el 7 de diciembre de 1902) Carmen Carracedo Viña, con el nombre de sor Presentación del Santísimo Sacramento. Esta era natural de Rus, hermana de Antonio Carracedo, párroco de Sofán desde 1917 hasta 1958, que ya fue tratado en un artículo anterior, y que desarrolló un importante labor en el campo de la enseñanza. María, otra de sus hermanas y perteneciente a las Hijas de la Caridad, fundó el colegio que atienden todavía estas religiosas en Carballo.

En cuanto a los clérigos que ocuparon cargos en cabildos, ya que sería imposible mencionar por su cantidad los sacerdotes seculares, nos encontramos en la parroquia de Traba con una noticia (mediante los informes de la visita pastoral de 1753) acerca de Antonio Figueroa, clérigo que fue canónigo dignidad de magistral de la Catedral de Ourense, y natural de esta feligresía coristanquesa. 

Un deán de la Catedral

En Sofán es imprescindible citar la figura de uno de los grandes deanes de la Catedral de Santiago, cuando este cargo era un puesto envidiable. Se trata de Fabián Pardiñas y Villardefrancos. Había sido bautizado en su iglesia el 6 de febrero de 1657, siendo sus padrinos Juan Rodríguez de Ulloa y María Flores de Leis. Como apunta Salustiano Portela en su Decanologio y Pérez Constanti en Linajes Galicianos, Fabián Pardiñas era hijo de Francisco Pardiñas y Villardefrancos (natural de A Coruña e hijo de Rodrigo Figueroa y Francisca de Leis) y María de Lema y Gondomil (oriunda de Berdoias, hija de Pedro de Lema y Susana Rodríguez de Gondomil).  

Tras estudiar en Compostela ambos derechos, ingresó como caballero de la Orden de Santiago, como lo haría su hermano Andrés, capitán de Milicias y Cabalato de Malpica y jefe de la casa de Villardefrancos. Tras ocupar cargos curiales en Roma, el papa Alejandro VIII concede a Fabián Pardiñas el deanato de Santiago, sustituyendo a Pedro de Argüelles y Valdés (fallecido en 1686), pese a que todavía no había recibido las Sagradas Órdenes, aunque se mencionaba ya como clérigo: serían recibidas en el espacio de un año. El 8 de enero de 1691 se posesionó en el cargo. 

Beatificada, de momento

Finalmente, no podemos pasar por alto la figura de sor Isabel Remuiñán Carracedo, natural de Seavia (Coristanco), y que, del arciprestazgo, es la única a la que puede tributarse culto al encontrarse beatificada, escalón previo al título de santa.

Nacida en la aldea de Amboade el 17 de junio de 1876, hija de Francisco y Pilar, recibió las aguas bautismales dos días después, con el nombre de María del Consuelo. Entró como religiosa de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, tomando el hábito el 19 de noviembre de 1905 y emitiendo su profesión perpetua el 15 de diciembre de 1912. Previo a sus últimos días, una enfermedad le afectó severamente: en marzo de 1936 fue diagnosticada de lupus tuberculoso.

Con el estallido de la Guerra Civil, y al hallarse en Madrid, fue detenida y asesinada por su credo y condición de religiosa. Unas fuentes hablan de una muerte causada por herida de bala el 6 de agosto de 1936, otras por apedreamiento. Del mismo modo, se habla de que el cuerpo de la mártir fue atado a dos camiones, con el objetivo de destrozarlo por completo. Fue beatificada en Tarragona en el año 2013, juntamente con otros 2.053 mártires de la persecución religiosa cometida por el bando republicano. Su fiesta litúrgica se conmemora el 6 de noviembre.