El informático muxián Lucas Verdía: «A los 16 años me independicé y a los 18 me hice autónomo»

Lucas Verdía Couto, de Vilarmide-Coucieiro (Muxía, 2003), acaba de concluir el ciclo medio de Técnico en Sistemas Microinformáticos y Redes en Baio, Zas. Con 20 años, tenía pendiente sacar una asignatura. No obstante, con 18, ya se hizo autónomo y emprendió como informático en Cee, localidad a la que se mudó a vivir con su novia ya con 16. «Me quité las comodidades, pero nunca me arrepentí», expresa. Con esa misma edad, compaginó los estudios de formación profesional con la labor de camarero en dos establecimientos. Esta última la ejercía durante los fines de semana y le ayudó a ser más sociable, según traslada.

Desde siempre tuvo claro que el mundo de los ordenadores era lo suyo. «De pequeño ya hacía código HTML», recuerda. También, de que puestos a tener que dedicarle horas a algo, quería obtener beneficios, explica. Por ello apostó ya desde joven por emprender. «También lo hice motivado por librar los findes, ya que por la semana estudiaba. Aunque al final, siempre acabas haciendo algo el sábado o el domingo», confiesa.

En estos momentos ultima la apertura de una oficina en régimen de alquiler en la calle Domingo Antonio de Andrade, pues hasta ahora trabajó desde casa. «Los comienzos siempre son duros», admite, pero considera mejor arriesgar ahora que es joven, que cuando tenga otras responsabilidades.

Aunque también atiende problemas tanto del hardware como del software de los aparatos electrónicos, se centra en la gestión de ventas a través de internet. Le da el soporte a las empresas y les ofrece la resolución de incidencias. La confección de sitios web y la imagen de marca a través del diseño gráfico y de la fotografía son otros de los servicios a los que presta mucha atención.

GzForce. Así se llama su negocio. Su cartera de clientes abarca principalmente la Costa da Morte. Son empresas de distinta tipología. Van desde la moda, al turismo, la industria... Uno de los proyectos destacados que tiene en marcha es el desarrollo de la página de la Asociación de Directores Deportivos Españoles.

Además, acaba de entrar en el grupo de empresarios comarcal BNI Salitre, una comunidad que cree que le puede reportar mucha experiencia, además de permitirle seguir creciendo con su negocio. De este modo, madrugará todos los viernes para reunirse con sus compañeros a las 6.30 en el restaurante Montevideo de Vimianzo.

Durante estos dos años de emprendedor, ya ha contratado a cuatro personas en prácticas. Una de las últimas, con trastorno del espectro autista. La experiencia ha sido «muy buena», traslada.

Además, Lucas continúa desde niño lo que es una tradición en su localidad natal: la danza de arcos. Estos días ensaya para las fiestas. También practica pesca submarina y trial. «En los dos deportes soy un novato y muy malo, pero me gustan», comenta entre risas.

No se olvida de los clientes que le ayudaron en sus comienzos y que aún mantiene. «Me va bien. Siempre tengo colaboradores, nunca estoy solo», relata.

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