Marina, la niña que nació en el hotel Insua de Cee, cumple 10 años

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

BASILIO BELLO

La muxiana conoció ayer la habitación en la que llegó al mundo por sorpresa. La madre ya tuvo a su segundo hijo en el baño del hospital Virxe da Xunqueira

25 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay bebés que se convierten en noticia nada más llegar al mundo. Eso le ocurrió a Marina Santos Blanco, de Merexo, Muxía, el 30 de junio del 2013. Su madre, Margarita, dio a luz en un lugar que no suele ser habitual: un hotel, el Insua, de Cee. El próximo viernes se cumplen diez años de aquel mediático nacimiento. No obstante, ayer, la protagonista de esta historia vivió una jornada realmente especial al conocer la habitación en la que dio sus primeros chillidos, la 216, aunque con algunos cambios, pues fue reformada. Era una promesa que le había hecho Pilar Romero, fundadora del alojamiento junto a su marido. Ahora lo dirige su hija junto a su esposo. La ceense incluso la agasajó con una tarta de cumpleaños y con un aguinaldo. No es la primera vez que lo hace ni seguro que será la última, pues lo cierto es que aquel acontecimiento creó un vínculo especial entre las dos familias.

BASILIO BELLO

Era domingo. Margarita había acudido con su marido Manuel al hospital Virxe da Xunqueira. Tenía muchas contracciones y estaba para salir de cuentas. Los médicos la atendieron, pero no vieron evidencias de que fuera a ponerse de parto en base a otros parámetros como la dilatación del cuello del útero, de modo que le dijeron que regresara a casa. Los dos son naturales del lugar de la parroquia de San Martiño de Ozón, donde residían y siguen haciéndolo a día de hoy. Pero la madre, que ya había vivido un parto precipitado con su segundo hijo (tiene tres), decidió hospedarse a solo unos centenares de metros del hospital.

Llegaron a la recepción sobre las nueve de la noche. Solo dos horas después ya tenían en brazos a la pequeña. Fue todo muy rápido. Tanto, que ni los propios trabajadores se enteraron de nada hasta que vieron llegar una ambulancia a la puerta del hotel. Margarita llamó al 112 cuando empezó a tener síntomas. El vehículo sanitario se encontraba a 25 minutos, en Vimianzo, pero ella avisó a una pediatra que conocía del Virxe da Xunqueira y esta rápidamente movilizó a varios compañeros hasta el lugar. Gracias a ellos, esta muxiana de 35 años (ahora, 45) recibió la ayuda necesaria y todo salió bien. Marina pesó 2,780 kilos y ambas fueron trasladadas al hospital comarcal para hacer los controles pertinentes.

ALVELA

La madre ya tuvo a su segundo hijo en el baño del hospital Virxe da Xunqueira

Este nacimiento en la Avenida de Fisterra, 82, es algo que siempre hizo sentir especial a la niña desde que tiene uso de razón, comenta la progenitora. Y es que claro, no resulta algo común. Para Pilar también es importante: «Aquel día me emocioné toda porque nunca antes había ocurrido», recuerda.

El hotel Insua lleva abierto desde el año 1998. Está de 25 aniversario. «Es de lo más curioso que nos ha pasado, desde luego», dice entre risas.

«Aínda o teño recente. Foi un parto moi bo, pero ao mesmo tempo, un susto», dice la otra protagonista, Margarita.

MARCOS RODRÍGUEZ

La historia, como no podía ser de otra manera, dejó sus anécdotas. «O primeiro que preguntei ao chegar ao aloxamento foi: ‘‘Se teño que marchar ás 3 da mañá vai estar a porta libre''?», relata. Otra fue: «Arrímate a unha esquina e déixame a min soa», le dijo a su marido, que estaba muy nervioso. Incluso en la habitación de al lado estaba hospedada una enfermera que no se percató de nada. «Non dixen nin un ai», recuerda Marga.

Más en detalle, Blanco Suárez supo que la situación «xa non tiña remedio» cuando se quiso levantar y vio que ya no era capaz de moverse. Se recostó sobre la cama y aguardó por los médicos. Una espera que se le hizo «eterna».

No es la primera vez que le sucede. «Co segundo fillo, dicíanme que non ía ser ata ao día seguinte, pero foron buscar o termómetro, eu estaba no baño, agarrada ao lavabo, e xa saíu e colleuno o pai», cuenta. «Son momentos estresantes, pero que despois se volven bonitos», resume.