Empresarios de albergues privados abordan en Muxía necesidades y retos, el principal el registro de viajeros

Agalber, la Asociación Gallega de Albergues Privados, eligió ayer Muxía —y, como centro de operaciones, el albergue Bela Muxía— para celebrar asamblea anual y, a la vez, conmemorar sus diez años. Preside la entidad desde hace cinco Miguel Rodríguez Aira, gerente de A Reboleira, en Fonfría (Pedrafita do Cebreiro). Agalber aglutina hoy 121 socios, el 99 % con establecimientos ligados al Camiño y sobre todo peregrinos como usuarios. Repartidos por toda Galicia, tratan por tanto de rotar el lugar de las asambleas, para facilitar la asistencia de socios y, a la vez, conocer establecimientos y entornos. También como fin, «facer piña».

Todo esto lo explicaba ayer Rodríguez desde el entorno de A Barca, donde tuvieron como «inmellorable guía» a Pepe Formoso, al frente del Bela. Tienen los albergues necesidades y funcionamientos «diferentes a outros tipos de aloxamento», y así las exponen. En el horizonte más inmediato, dos asuntos en los que tienen depositada su atención. Uno les preocupa sobremanera: «Estanos complicando a vida». Se trata del nuevo registro de viajeros, que preocupa a todo el sector, pero más a este modelo de establecimiento, con poco personal y a lo mejor entre 40 o 60 entradas de peregrinos al día: «Temos que buscar solucións tecnolóxicas ou outra forma de facilitar estes datos», dice Rodríguez.

La segunda de las cuestiones que tienen entre manos, y esta más positiva para los albergues privados, es la plataforma Bookalbergue (bookalbergue.com), ya en funcionamiento, e iniciativa de Agalber, con el apoyo de la Xunta. «É o futuro da nosa dixitalización, permitíndonos ter camas á venda, facendo reservas directas, sen ter que pagar comisións a terceiros», explica el presidente. Una opción para socios y no socios, de la que emprenderán una campaña informativa: «Cantos máis sexamos, mellor».

Además de la reunión propiamente dicha, en el encuentro hubo tiempo para rendirle un pequeño homenaje a José Oreiro, fallecido a inicios de este mes y precisamente fundador de Agalber: «Foi el quen nos convocou a todos no seu momento, se hoxe estamos aquí é por el», indicaba Pepe Formoso. Javier Sar, alcalde de Muxía, también compartió palabras con los empresarios ayer reunidos en la villa de A Barca, incidiendo en la importancia del asociacionismo.

Una degustación de la empresa Costumes, Empanadas de Galicia, y un paseo por Muxía completaron la velada. «Temos un día moi bonito e un experto guía. Merece moito a pena, toda a zona en xeral, estamos encantados e seguramente volvamos, porque o listón queda moi alto», incidía Miguel Rodríguez desde los secaderos de congrio. En su caso, fue un viaje de un extremo a otro de Galicia, de Pedrafita a la Costa da Morte: «Cada un ten a súa beleza».

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