01 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
El santuario de A Barca de Muxía es el templo inacabado. Está en evolución permanente. Cuando no por obra humana, han sido el fuego y el agua. Su recuperación se aplazó y nunca se termina, pese a ser uno de los lugares de peregrinación constante. Un horno cultural en permanente producción desde la prehistoria. Ahora habrá una nueva intervención, que no es la última, pues aún queda mucho. Es necesario, por ello, que sea acertada y que contribuya a su consolidación. Pasos atrás ya hubo muchos.