La Xunta ve el proyecto O Couto Florido un modelo a replicar en Galicia

La Voz CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

ANA GARCÍA

La conselleira Ángeles Vázquez revisó ayer los resultados de este proyecto en la aldea pontecesá

04 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Revivir as zonas do rural é posible contando coas experiencias das persoas», dijo ayer en O Couto, Ponteceso, la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez. Visitó la aldea para testar O Couto Florido, proyecto de colaboración público-privada que impulsó intervenciones en este entorno rural en materia de paisaje, flora autóctona y dinamización social: «Trátase dun proxecto ambiental e participativo que pode servir de exemplo e replicarse noutros pobos galegos», dijo la mandataria, acompañada en su visita, entre otros, por la delegada territorial de la Xunta, Belén do Campo, o el alcalde pontecesán, José Manuel Mato.

Esta jornada de cierre, Colleita, incluyó un recorrido por diferentes espacios del lugar para comprobar el resultado de las actuaciones acometidas desde marzo, con la participación del Instituto de Estudos do Territorio (IET) a través de una aportación de 18.000 horas, y de las fundaciones Juana de Vega y Pondal. La implicación de la Xunta se encuadra en el desarrollo de estrategias de Infraestrutura Verde e de Biodiversidade 2030. Apeló Vázquez al «orgullo» por la implicación de niños, mayores y entidades, pues eso es lo que se buscaba, la participación activa de los vecinos en el diseño y ejecución de las intervenciones. Dando respuesta a ello, hubo ayer tiempo para el reconocimiento a quienes colaboraron en ello, entregando diez jardineras a juego con las macetas que ya se habían utilizado durante el proyecto.

ANA GARCÍA

Transformación «duradeira»

O Couto Florido incluyó fase de diagnóstico, de intervención propiamente dicha y de mantenimiento comunitario —etapas Sementes, Maio Florido y Colleita—. Más de 50 personas aportaron ya en marzo 89 propuestas vecinales de mejora paisajística. Después, técnicos especialistas dirigieron un trabajo de transformación que pasó por plantación de especies autóctonas y ornamentales —15 especies distintas— y la distribución de más de 35 jardineras de barro de Buño y maderas en calles y fachadas. Se ha buscado con este modelo de experiencia «unha transformación duradeira e adaptada ás necesidades da veciñanza».