Conocidos todos los integrantes, nada menos que 15 de los 21 equipos de la Segunda División con los que competirá el Lugo tienen pasado en Primera
24 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Con la finalización anteayer (polémica incluida) de la promoción para subir a Primera, y concluida la de la división de bronce a la de plata, ya se conocen los 22 inquilinos de la Segunda División 2014-15 (si cuestiones administrativas no lo impiden). Con los siete nuevos componentes, el Lugo volverá a enfrentarse a un buen puñado de ilustres del fútbol español. Y como lo ha hecho en estas dos campañas anteriores, sin complejos, como un igual.
Quizás el nivel, por nombre de los inquilinos, haya dado un nuevo salto hacia arriba. Y es que si descendieron a Segunda B el Castilla, y junto al filial, el Jaén, el Mirandés y el Hércules, dos de los retornados pueden presumir de un pasado glorioso, con múltiples temporadas en la máxima categoría: es el caso del Albacete (lejanos ya los tiempos del queso mecánico), o del Racing de Santander (casa del entrenador rojiblanco, Quique Setién), con participaciones europeas incluidas. En los otros dos recién ascendidos, un novato que va de récord en récord, el Llagostera, con nada menos que seis ascensos (desde Segunda Regional hasta el fútbol profesional) en tan solo nueve años; el cuarto en discordia es el Leganés, viejo conocido del Lugo en la categoría inferior, y que lleva varios cursos peleando por retornar a Segunda.
Intercambio de pedigrí
De Primera se han caído tres clásicos con gran respaldo y capitales de comunidad autónoma detrás, caso de Betis, Osasuna y Valladolid. En el intercambio de pedigrí, a Primera se han ido un campeón de Liga como el Deportivo; un Córdoba que regresa tras cuatro décadas de ausencia y un Eibar que se estrenará por fin en la élite.
Entre los descendidos suman más de 120 temporadas en Primera, y su primer y único objetivo será el retorno. Una meta que volverá a contar un más que amplio ramillete de aspirantes. Aún más que este curso, pues junto a los descendidos y a los que están, por historial y afición el Racing de Santander debería convertirse en uno de los nuevos postulantes.
Situación económica
Aunque lo que dictará sentencia será la situación económica, que dista de ser boyante en la mayoría de los casos. Una temporada más, la Liga de Fútbol Profesional controlará cuánto puede gastar cada club para confeccionar sus plantillas. Y aunque los presupuestos, la capacidad de generar ingresos entre unos y otros competidores, sea dispar, el rango de capacidad de gasto en el que se moverán podría volver a convertir la categoría en una lucha sin cuartel, emocionante de principio a fin.
El Lugo, pese a su economía saneada, anunció que no tendrá más remedio que disminuir su inversión. Otros (unos cuantos), que arrastran deudas millonarias, tendrán que hacerlo obligados. Una intención de la Liga que debería evitar una cierta competencia desleal entre quienes cumplen con sus preceptos de equilibrio presupuestario, y los que aumentan su desfase.