David Rosón: «Ojalá jugar con Cacharrón, Dani Vidal, Jorge y con alguno más de Lugo»

MILLÁN GÓMEZ LUGO

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David Rosón posa tras renovar con el CD Lugo hasta el 2026
David Rosón posa tras renovar con el CD Lugo hasta el 2026 CD LUGO

El mediocentro y extremo, con contrato con el CD Lugo, ha jugado esta temporada en el Don Benito, de Segunda RFEF

14 may 2025 . Actualizado a las 22:44 h.

David Rosón Fernández (Outeiro de Rei, 2003) ha terminado su temporada de cesión en el Don Benito, en Segunda Federación, donde ha jugado 26 partidos siendo titular en 15 jornadas. Marcó dos goles, ambos en el mismo partido. Renovó con el Lugo el pasado verano hasta junio de 2026. Debutó con el primer equipo del Lugo en Primera Federación en O Carballiño y volvió a jugar en el último partido de liga en el estadio Ángel Carro. Un mediocentro o extremo de calidad, despliegue, equilibrio, asociación y golpeo de balón.

—¿Cómo valora su temporada de cesión en el CD Don Benito?

—La catalogaría de muy completa porque pasé un poco por todas las etapas que puede vivir un jugador a nivel de participación y de crecimiento en un equipo. Desde llegar y participar bastante siendo importante en las victorias a después pasar por un período más de aprender, de no participar tanto, de tener que dar más del 100 % en los entrenamientos y finalmente recuperar esa confianza que necesita un jugador para terminar siendo importante y jugar la mayor parte de los minutos otra vez.

—¿Cómo gestionó el pasado verano la situación de marcharse cedido? ¿Cómo se lo explicó el club?

—El club contactó conmigo y me trasladó que lo mejor para mi crecimiento era una cesión a una categoría inferior, buscar una mayor participación, buscar otro contexto, salir un poco de mi zona de confort y que así tuviese un crecimiento a nivel futbolístico. Yo valoré la situación que tenía y consideramos de manera conjunta que lo mejor era una cesión para volver la temporada siguiente en mejores condiciones para aportar al club en sus objetivos.

—¿Cómo ha sido el seguimiento, el contacto suyo con el Lugo durante la temporada?

—Sí, yo hablaba con ellos prácticamente todas las semanas y ellos me estuvieron ayudando durante toda la temporada en los mejores momentos y en los momentos no tan buenos. Siempre estaban en contacto conmigo, me preguntaban cómo iba, se preocupaban por mí. El contacto era prácticamente semanal y estaban muy pendientes de mí para ver cómo era mi evolución y mi crecimiento.

—¿El contacto era con Roberto Sáez?

—Sí, con la dirección deportiva, entre Roberto y Rubén Arce. Yo los veía como un «pack» en la dirección deportiva.

—¿Cómo es el nivel del grupo 4 de Segunda Federación en el que ha competido esta temporada?

—Yo había jugado en el grupo 1 con el filial del Lugo. El grupo 4 recogía Andalucía, Murcia y algún equipo de la zona de Alicante. Me sorprendió para muy bien el nivel que había. Por lo que tengo entendido, hay muchos clubes que apuestan muy fuerte a nivel económico para subir de categoría. Todo eso también hace subir el caché de los equipos y traen a jugadores que podrían estar jugando perfectamente en categorías superiores.

—¿En qué posición se encuentra más cómodo: mediocentro o extremo?

—Pasé por varias etapas. He tenido dos entrenadores. Con el primero (Juan Marrero) empecé de extremo, pero solo fue en el primer o segundo partido. Luego siempre jugué de mediocentro en una distribución de 4-4-2 como un mediocentro más de corte defensivo. Jugué en esos dos mediocentros con el primer entrenador. Con el siguiente entrenador (José Carlos Prieto), desde su llegada en enero, salvo un partido así por necesidades de lesiones y sanciones, el resto siempre fue de extremo izquierdo. En ese 4-4-2 de extremo por la izquierda. Me encontré muy cómodo en las dos posiciones. El juego del equipo era mucho más directo, sin tanta elaboración y me tuve que adaptar bastante, pero fui cogiendo la forma, fui cogiendo los automatismos y quizás me terminé encontrando más cómodo en el extremo izquierdo porque tenía más libertad para atacar, para desarrollar más mi juego que en la posición de mediocentro.

—¿Cuando juega de extremo en izquierda lo que más le gusta es venir de fuera hacia adentro?

—Sí. Como jugábamos muy directos, tampoco me daba para aparecer entre líneas y tampoco me pedían eso. Cuando juego de extremo izquierdo y recibo la pelota puedo intentar más cosas sin estar tan maniatado porque cuando yo tenía la pelota en el centro lo que se me pedía era jugar directamente a la espalda de la defensa sin dar mucho pie a elaborar jugadas. Yo me encuentro más cómodo si tengo más capacidad para hacer lo que más me gusta a mí, que es trenzar alguna jugada, dar continuidad al juego y no solo jugar tan directo.

—¿Cuando juega como mediocentro prefiere jugar solo o acompañado de otro pivote en paralelo?

—Pues por ejemplo con Roberto Trashorras aprendí mucho a jugar yo solo porque cuando juego con otro compañero tengo más libertad para poder soltarme y llegar arriba, que también me gusta mucho, pero si tengo que sacrificarme más y guardar la posición tampoco me importa porque también es algo que disfruto.

—¿Cómo recuerda la temporada 2022-2023 con el Lugo B en Segunda Federación?

—A nivel colectivo, a nivel de juego, éramos los que mejor juego hacíamos del grupo, pero lógicamente nos costaba puntuar por matices al ser un filial joven y nos faltaba contundencia tanto en área propia como en área contraria. A nivel colectivo, pese a desarrollar un muy buen juego, nos costó bastante y lógicamente nos terminó costando el descenso de categoría. A nivel individual fue una de las temporadas que mayor crecimiento tuve por el hecho de pasar de jugar en División de Honor (categoría juvenil) a Segunda Federación sin haber jugado la temporada previa en Tercera División. Yo no esperaba haber tenido tanta participación. Tuve un nivel más o menos acorde para apoyar y sumar al equipo. Individualmente fue una temporada bastante gratificante.

—¿Qué le enseñó Roberto Trashorras a nivel táctico y técnico?

—Mejoré mucho en cuanto a posicionamiento y a no ser tan loco y actuar tanto por impulsos. Es decir, si yo tengo que guardar la posición porque él necesita que tenga una pieza que sea capaz de girar el juego pues en vez de subir tanto para arriba aprendí a quedarme guardando esa posición. Roberto era, sobre todo, muy fanático del juego de posición, como les enseñaron en el Barcelona. Aprendí y entendí que correr mucho y moverse mucho no es siempre lo mejor para recibir la pelota, que a veces quedarse quieto hace mucho mejor al equipo e incluso a ti mismo para recibir la pelota, darle continuidad y girar. Eso a veces es mejor que correr sin sentido a por la pelota por querer participar del juego.

—¿Cómo recuerda su debut con el primer equipo contra el Arenteiro en O Carballiño? También con Roberto Trashorras como primer entrenador.

—Lo recuerdo como uno de los días más felices de mi vida. Cuando eres pequeñito no es lo mismo que el sentimiento que tienes cuando te vas haciendo mayor. En ese debut vi reflejado todo el esfuerzo, todo el sacrificio, todo lo que renuncias por muchos fines de semana, muchas semanas para que llegue ese momento de debutar con el equipo de tu vida. Fue una alegría y una felicidad inmensas para mi familia, para mis amigos y para mí por el hecho de haber encontrado la recompensa a todo ese trabajo. Fue ver cumplido mi sueño.

—Su segundo partido fue en el estadio Ángel Carro contra el Sabadell en la última jornada. ¿Qué sintió al jugar en su ciudad y en su estadio?

—Haber jugado media hora en el Ángel Carro yo la catalogaría incluso de más especial que el debut. Recuerdo que el estadio estaba lleno de gente, había muchos niños, mucha gente. Fue súper especial que Roberto (Trashorras) me diese la oportunidad de jugar media hora. Me encontré muy cómodo. Los compañeros de esa temporada en la primera plantilla me ayudaban muchísimo y me hacían sentir muy cómodo. Fue un día muy feliz por haber jugado en el Ángel Carro durante 30 minutos delante de la afición. Diría que otro sueño cumplido.

—¿Con qué compañeros le gustó más jugar y entrenar?

—Seguramente Jozabed. Recuerdo en el partido de O Espiñedo una jugada que le di el balón a Antoñín (Cortés) al segundo palo y que no terminó, pero recuerdo que me la pone Jozabed. Después contra el Sabadell recuerdo un balón que cogió, se giró como quiso y dio la asistencia. Me llamaba mucho la atención cómo alguien sin tener un físico espectacular tenía la capacidad de jugar y hacer mover al equipo, llevar los tiempos como él quería. Otro jugador que me llamó muchísimo la atención, aunque no llegué a coincidir con él en el campo en ningún momento, fue Fran Mérida. Entrenando era un jugador de otra categoría en el golpeo, en el pase, en el regate, en la finta, en el cambio de ritmo. En los entrenamientos también se ven cosas. Fue el jugador que más me llamó la atención. Al ser de mi misma posición te fijas con más interés. Es el mejor jugador con el que he jugado o entrenado.

—En el actual Lugo juegan tres lucenses: Pablo Cacharrón, Dani Vidal y Jorge González. ¿Le motiva aún más para jugar en el Lugo 2025-2026?

—Sí. Es un orgullo ver cómo tres jugadores de la casa están en el primer equipo y rindiendo a muy buen nivel los tres. Siempre que han tenido la oportunidad han demostrado que los tres están muy preparados para aportar al equipo. Es una motivación máxima para mí y ojalá poder jugar con ellos tres y, si es posible, con alguno más que sea de Lugo la próxima temporada.

—¿Cree que a usted le puede ayudar ser todavía sub 23 la próxima temporada?

—Sí. Es una norma que los clubes tienen que cumplir, tener ese cupo mínimo de sub 23 siempre puede jugar a tu favor, pero eso no quiere decir que uno vaya para rellenar cupos, sino para pelear como el que tiene 33 o 35 años.

—Usted ha sido compañero de Lolo Pavón durante esta temporada. ¿Qué destaca de él?

—Lolo es una de las personas que más admiro del equipo. Es muy profesional y se cuida mucho pese a toda la experiencia que tiene, la edad que tiene y todo lo que ha conseguido en su carrera. No se ha dejado llevar ni un solo segundo en toda la temporada a sus 41 años. Es un ejemplo para mí. Además, yo recuerdo verlo jugando en el Ángel Carro. Yo cuando llegué el primer día le dije: «Me acuerdo de verte jugando en el Lugo». Me hizo ilusión y fue un aliciente jugar con él.

—Esta temporada ha jugado contra un lucense y ex del CD Lugo como es Iago Díaz. ¿Cómo fue jugar contra él?

—Sí, hablé con él. Fue súper cercano y muy de Lugo. Me sorprendió muy gratamente a nivel futbolístico, lo vi muy bien físicamente. Fue uno de los puntales de un equipo de puestos de play-off y un club histórico como es el Xerez. Los años no pasan por él. Tiene un nivel de juego espectacular. Hablé un poco con él y fue súper cercano y súper familiar. No lo conocía personalmente, solo de verlo jugando en el Ángel Carro.

—Usted marcó dos goles esta temporada y en el mismo partido. ¿Cómo recuerda los goles? El primero conduciendo de fuera hacia dentro y finalizando y el segundo con la zurda y después de un recorte en el área.

—Sí. Fue una sensación extraña porque yo nunca había marcado un doblete en toda mi vida. El gol es algo que me cuesta, es una asignatura pendiente que tengo. Haber marcado dos goles fue un momento de mucha felicidad, muy bonito. Y también algo desconocido. En ese partido pude ayudar a ganar y en un estadio tan bonito como es Chapín, el estadio del Xerez.

—Ha jugado esta temporada con Gorka Iturraspe, mediocentro y hermano de otro mediocentro como es Ander Iturraspe, ex del Athletic Club. ¿Cómo ha sido jugar con Gorka? ¿Hablaron alguna vez de su hermano Ander?

—De su hermano Ander no hablé con él. Gorka también juega de mediocentro, tiene muy buen toque de balón. Me entiendo muy bien con Gorka. Tampoco recuerdo mucho a su hermano, más allá de tenerlo en cromos.