«La ciencia aún no puede explicar por qué las orcas» golpean veleros

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Una de las Gladis, marcadas en un proyecto del Ministerio de Transición Ecológica para geolocalizarlas e informar a los navegantes de sus recorridos
Una de las Gladis, marcadas en un proyecto del Ministerio de Transición Ecológica para geolocalizarlas e informar a los navegantes de sus recorridos Circe | EFE

No los atacan ni se vengan de los navegantes, sostienen 35 investigadores

28 ago 2023 . Actualizado a las 12:10 h.

Cuatro años han pasado desde que un grupo de orcas asentadas en el golfo de Cádiz comenzaron a golpear veleros. Inédito hasta entonces, ese comportamiento persiste y parece extenderse. Sobre todo con financiación pública, aunque también con capital privado, varios colectivos de expertos en cetáceos lo investigan. A las que traen en vilo a los navegantes recreativos las bautizaron como Gladis, en recuerdo del nombre Delphinus gladiator, que en 1789 le dio a la especie el investigador francés Pierre Joseph Bonnaterre. Ahora son quince de los alrededor de cuarenta ejemplares que quedan de la subpoblación ibérica de Orcinus orca. Pese a todos los esfuerzos, los expertos reconocen que la ciencia aún no puede explicar por qué la toman con los timones de los yates.

Preocupados porque tripulaciones que han sufrido esas embestidas los llaman «ataques» y porque medios de comunicación transmiten esa «narrativa que carece de base científica», 35 especialistas en orcas firman una carta abierta. Entre ellos, Alfredo López, de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) y del grupo de estudio Orca Ibérica.

Consideran «infundado y potencialmente perjudicial para los animales afirmar que es una venganza por errores pasados o para promover alguna otra historia melodramática», según la traducción automática del texto original en lengua inglesa. O sea, no «atacan agresivamente a los barcos» ni tampoco «buscan venganza contra los marineros» porque en el pasado alguna embarcación pueda haber herido a las Gladis adultas o a sus parientes. 

«Juego o socialización»

Inteligentes, socialmente complejos, cada población tiene su propia cultura, pero incluso en la época de la caza industrial, cuando «ballenas mucho más grandes aplastaban o dañaban embarcaciones, tales incidentes eran relativamente poco comunes».

Por eso considera «engañoso caracterizar las interacciones como ataques» porque los «daños predominantes en los timones y quillas se deben a golpes o embestidas con la cabeza o el cuerpo». Si bien esas partes de los veleros «rara vez tienen marcas de dientes», los científicos explican que los destrozarían «si se tratara de un comportamiento de caza». Por toda la información que han recopilado, creen «más probable que esté relacionado con el juego o la socialización». De hecho, durante las interacciones «han mostrado una amplia gama de comportamientos, muchos de ellos —de carácter— social-lúdico».

Se sabe que las orcas y otras especies de delfines «desarrollan ‘modas’ culturales». Y el suyo podría «ser un fenómeno similar» al de los humanos cuando se apuntan a las tendencias en boga. En este caso, persiste «más tiempo que el típico comportamiento de moda, se expande dentro de la población y su impacto aumenta». Aun así, creen «posible que desaparezca tan repentinamente como apareció».

«Aterrador (y costoso)»

A los investigadores no se les escapa que «puede ser aterrador (y costoso) desde una perspectiva humana», pero en su opinión «parece de alguna manera gratificante» para las orcas ibéricas, una subpoblación «geográficamente aislada y genéticamente distinta» a otras del planeta.

Siguiendo a su alimento preferido, el atún rojo, nadan del sur de la península al norte, acercándose incluso al sur de Irlanda y al oeste de la Bretaña francesa. «No hay evidencia de un ‘líder’ identificable» en los contactos leves, moderados o graves, los que impiden seguir navegando a los veleros. Tienen constancia de once juveniles y cuatro hembras adultas «que participan u observan». Desde la primavera del 2021 «se han hundido al menos cinco barcos averiados», pero los otros daños graves son «solo el 20 % de las interacciones».

Remolcado a Fisterra el tercer yate dañado por los cetáceos en Galicia en 30 horas

Acertaron los especialistas de Orca Ibérica cuando este sábado por la mañana lanzaron una alerta por «riesgo alto» de interacciones de orcas con veleros en Galicia, entre Muros y Fisterra. Los cetáceos habían golpeado a dos yates, uno rondando la medianoche del sábado al domingo y otro a las nueve de la mañana del sábado. Alrededor de las siete de la mañana de ayer, otra embarcación quedó sin gobierno tras ser embestida por orcas cuando navegaba dos millas al sur de Fisterra, informa Salvamento Marítimo, que organizó el rescate desde el Centro de Coordinación Fisterra.

Dos tripulantes iban a bordo del Tensi, un velero de 8,5 metros de eslora remolcado a Fisterra por la Salvamar Regulus. Desde Salvamento explican que solicitaron auxilio porque las orcas le rompieron el timón, con lo cual no podían navegar por sus propios medios. No había trascendido el país donde está abanderado el yate. Por suerte, tampoco hubo lesiones personales en la que sería la sexta «interacción con contacto» de este verano en las costas gallegas. Así definen los científicos incidentes marítimos que los navegantes que los sufren llaman «ataques». 

Permanecer alerta

Autoridades e investigadores recuerdan a los navegantes la conveniencia de permanecer alerta cuando pasen por las zonas donde ahora se registran más avistamientos de orcas.