Reportaje | Literatura y séptimo arte La única manera de «leer» a Elfriede Jelinek es alquilar la adaptación al cine de su obra «La pianista», que hasta esta semana había pasado sin pena ni gloria por los videoclubes
09 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.¿Elfriede Jelinek? La ciudad se quedó boquiabierta cuando se dio a conocer el nombre de la ganadora del premio Nobel de Literatura de este año. Pronto empezaron las preguntas. Elfriede Jelinek (1946) es austríaca y una mujer muy premiada por su prosa radical y su teatro innovador. Jelinek es como una navaja barbera. No deja títere burgués y consumista con cabeza. Y, si es de la ultra derecha de su país, todavía es mayor su dureza. Su enfrentamiento a Haider cuando éste llegó al poder fue memorable. Todavía le llama el «joven nazi». Pero ¿hay libros de esta autora en las librerías? Las llamadas a las tiendas coruñesas se zanjaron con la negativa por respuesta. Elfriede Jelinek sólo fue editada en España a finales de los ochenta y principios de los noventa con escaso éxito de público y nula atención de la crítica. Ahora mismo está descatalogada. Los lectores tendrán que esperar un mes para conocer cómo escribe la décima mujer que logra el premio Nobel de Literatura. Mondadori, que había publicado en su día dos novelas de la autora, ya anunció que en octubre inundará los escaparates con La pianista . Más adelante reeditará Los excluidos . Destino se movió en la feria del libro de Francfort para contratar El ansia , una obra que la crítica llegó a calificar de pornográfica. El Aleph Editores pondrá en las librerías coruñesas Los amantes . Famosa entre culturetas Si en las librerías no hubo éxito, los videoclubes coruñeses fueron los primeros en explotar el filón del premio. Resulta que la novela El pianista , la primera que llegará a las librerías, es una película con el mismo nombre muy afamada entre los culturetas más puestos. Elfriede Jelinek tocó en este texto lo más desagradable de su propia vida. La relación con su madre, una austríaca de familia acomodada (su padre era un judío de origen checo), y su profesión de pianista (estudió piano y composición), unido a experiencias sadomasoquistas. Otro tema crudo que hizo fortuna en el cine. Elfriede se resistió a vender los derechos de la novela, hasta que le convenció un director con fama de arriesgado y provocador, el también austríaco, Michael Haneke. El filme es duro y no ahorra dramatismo. Triunfó en Cannes, donde recibió en el 2001 el Gran Premio del Jurado. Es un aliciente la presencia de la inquietante belleza de Isabelle Huppert como protagonista. En los videoclubes coruñeses aumentó inmediatamente el alquiler de la cinta a raíz del premio. Ayer era imposible alquilarla en algunos. En otros estaba disponible. Trabajos de facultad También destacaron, desde los videoclubes, que es una cinta que pasa temporadas sin que nadie la reclame y de pronto es muy solicitada. «Se debe, sin duda, a que la utilizan para algún trabajo de facultad o de escuela de imagen», explicaron. Ayer no era un trabajo, sino el tirón del premio Nobel. Aquéllos que quieran adentrarse en el torturado universo de la premiada se verán obligados a probar con el cine a la espera de que sus libros vuelvan a estar en las librerías.