El CGAI programa una retrospectiva del austríaco y el Equitativa estrena hoy su última película El cineasta fue elegido mejor director en Cannes y triunfó en los premios europeos
19 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Transgresor, arriesgado, incómodo, controvertido, sensible, aterrador... Son algunos de los calificativos que ha recibido Michael Haneke (Múnich, 1942), uno de los escasos oasis creativos de un arte en crisis de ideas, el cine. En A Coruña hay desde hoy ración doble de Haneke: mañana continuará la retrospectiva sobre su obra que el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) inició la pasada semana y los multicines Equitativa estrenan esta tarde su última obra, Caché , que será la que cierre en marzo el ciclo de la sala de Durán Loriga. fue la gran triunfadora en la última gala de los premios de la Academia Europea de Cine. Se llevó cinco galardones: mejor película, director, actor (Daniel Auteuil) y montaje (Michael Hudecek y Nadine Muse), así como el premio de los críticos, el Prix Fipresci. Anteriormente, el cineasta había recibido el premio al mejor director por esta película en el Festival de Cannes 2005. Debut tardío Austríaco nacido en Alemania, Michael Haneke inició tarde su carrera en la realización, después de haber trabajado en el teatro y de completar estudios de Filosofía y Psicología. Pasaba de los 30 cuando dirigió su primera producción para televisión, Tres caminos al mar , que data de 1976. Muy centrado en la pequeña pantalla, no dio el salto al cine hasta 1989 con El séptimo continente , donde se aprecia la influencia de Michelangelo Antonioni. Sus películas son inquietantes ya desde la sinopsis. Sin ir más lejos, El séptimo continente arranca así: un matrimonio descubre la monotonía de su vida cuando su hija, en un intento desesperado por llamar su atención, finge sufrir ceguera. En Funny games , donde la crítica ha apreciado referencias a Sam Peckinpah, una joven familia es secuestrada por dos yuppies psicópatas. Antes de la galardonada Caché , Haneke empezó a cosechar galardones prestigiosos con La pianista , adaptación de la obra homónima de Elfriede Jelinek, premio Nobel de Literatura, película con la que obtuvo el Gran Premio del Jurado en Cannes 2001. Christopher Sharrett, catedrático de Comunicación de la Universidad de Seton Hall, sentencia en el folleto informativo del ciclo organizado por el CGAI: «Sus aterradoras exploraciones del colapso psicológico y social, y la opresión de la civilización tecnológica provocan un bostezo sólo en aquellos que aceptan los términos de esta civilización».