Tras debutar en el 2005 con «Melalcoholic», la coruñesa prepara un segundo álbum con su banda de directo
20 feb 2008 . Actualizado a las 13:25 h.La aparición de un disco como Melalcoholic fue toda una sorpresa en la escena local. En sus canciones brillaba Lucía Rolle, una joven cantautora semidesconocida que se movía con fluidez en las aguas de la melancolía pop, transmitiendo devoción por el sonido de artistas como Fiona Apple, Ani DiFranco o Cat Power. Para ello decidió bautizarse como Sevigny. «Es un álter ego -explica- que tiene una sonoridad guay. Además, es el apellido de una actriz que me gusta, también un lugar de Francia y creo que es muy elegante».
-Cada vez es más frecuente que artistas del «indie» debuten directamente como cantautores.
-Bueno, somos medio cantautores extraños pero acabas evolucionando, por posibilidad de hacer cosas, hacia una banda. Mi futuro ahora se dirige a un concepto de banda, al menos un trío.
-El título del álbum se refiere a la embriaguez melancólica. ¿No es un estado algo insano al que tienden en exceso los cantautores?
-Por salud mental espero que solo lo sea para crear. La melancolía es un estado ideal para componer. Me parece fabuloso para la percepción del mundo. A lo mejor, es que estamos tristes porque no tenemos banda y tenemos que estar ahí solos, en la habitación -se ríe.
-En su sonido hay escapadas al jazz, la «bossa-nova» o a los aromas de vals. En directo incluso ha lucido trompetas mariachis. ¿A qué responde?
-El disco ha sido un poco cajón de sastre, pero si te fijas no hay ninguna canción de jazz puro, ni de bossa pura. No tengo la cultura musical que se puede presuponer. Yo al jazz llego, a lo mejor, por Fiona Apple, no por los clásicos del jazz. Es como si a alguien le recuerdo a Patti Smith, cuando en realidad llegué ahí por Pj Harvey. He bebido de sucedáneos y todo está filtrado desde los noventa para adelante.
-Llama la atención que una artista como usted acepte influencias tan comerciales como Natalie Imbruglia.
-Es que, ¿quién no ha tarareado Torn en algún momento? No sé qué hizo luego, pero esas canciones te quedan ahí, estamos todos muy influenciados por ese pop. Yo he consumido mainstream como todo el mundo.
-¿Se considera más cercana a Natalie Imbruglia o a Cat Power?
-A día de hoy, a Cat Power. Es curioso, porque yo no la conocía cuando grabé el disco, pero como me decían que me parecía, la escuché. You Are Free o The Greatest me gustan mucho.
-En directo ha presentando algún tema en castellano. Daba la sensación de que no quería que se entendiese.
-No, lo que sucede es que tienen un deje de tango arrastrado y eso no permite que se vocalice bien.
-¿Se ve dando un salto hacia territorios mayores?
-Es el camino lógico, sabiendo siempre los límites. Llegar más lejos.
-¿Cuáles son los límites?
-¿Nueva York teloneando a Cat Power? -se ríe-. No quiero que se quede solo en Galicia, como hasta ahora, sino que trascienda a lo estatal, incluso a Francia.