El párroco de Arteixo, Manuel Blanco Rey, presenta esta tarde su último libro, Arteixo durante la Segunda República y la Guerra Civil . El acto estará presidido por José María Díaz Fernández, deán presidente del Cabildo de la Catedral de Santiago y tendrá lugar a las siete en la iglesia de Santiago de Arteixo.
-¿Cómo era Arteixo en este período?
-Es un Ayuntamiento que siguió los avatares de la política nacional, más o menos de manera tranquila, pero hubo una serie de atropellos.
-¿Queda algún arteixán contemporáneo de aquella época?
-Muy poquitos, fue hace 72 años, ponle que una persona tuviera diez años para que se pueda acordar de algo, alguno habrá.
-Se han dicho tantas cosas de este tema, ¿qué aporta este nuevo libro?
-Lo principal es que está basado en documentos, no en testimonios. En total 677 y alrededor de 1.500 notas a pie de página.
-¿Usted cree que esta obra abrirá heridas?
-No está escrito para abrir heridas. Puede haber enfoques que no gusten, pero si la historia me dice que han matado a tantas personas, eso no es abrir heridas, es un dato.
-Recientemente el tema se ha puesto de actualidad por la peticiones del juez Garzón para establecer un registro de víctimas. ¿Se siente usted un poco Garzón en este caso?
-No comparto para nada la actitud del juez Garzón. Las investigaciones les corresponden a los investigadores, no a los jueces, que lo que tienen que hacer es sentar en el banquillo a las personas vivas y juzgarlas. Además, estos registros ya están publicados.
-¿Cree que con la publicación de su nuevo libro se crearán dos bandos en el municipio?
-Los dos bandos estarán creados ya. Que le pueda sentar mal a alguno es evidente, yo no me invento los hechos, están ahí, es de cada uno lo que interprete.