Desde que aparecieron los primeros coches hasta hoy, el mundo del motor ha dado muchas vueltas; y esta evolución ha estado relacionada muchas veces con los episodios sociales y políticos que se vivieron en determinadas épocas. Por ello, el nuevo Museo de la Automoción y la Historia pretende hacer un repaso de todos esos hitos que marcaron el siglo XX, y que también tuvieron su repercusión en los automóviles.
Así, una de las exposiciones permanentes que presidirá este espacio - 1886-1986, 100 años de historia - intentará mostrar a través de varios dioramas cómo fue evolucionando la humanidad, siempre teniendo como hilo conductor el automóvil. Imágenes antiguas, reproducciones de calles de diferentes décadas, talleres o empresas servirán para que el visitante se haga una idea de cómo fue cambiando la vida. También habrá otros espacios en los que se hablará explícitamente del mundo de la automoción desde sus inicios, hasta su desarrollo tanto a nivel terrestre, como marítimo y aéreo.
Esta pinacoteca también reservará una zona muy destacada a todas las piezas que forman parte de un vehículo, y así dará a conocer el por qué y el cómo de las ruedas, los frenos, la dirección, las suspensiones o el motor, entre otros elementos. Otra de las áreas más importantes será la dedicada a las historia de la automoción en España a través de tres marcas: la Hispano-Suiza, Pegaso y Seat; así como otro espacio destinado al mundo del motor en Galicia.
Colección de lujo
Corría el año 1977 cuando Ángel Jove Capellán y su familia iniciaron su colección de vehículos antiguos. Tras el fallecimiento de su hijo Jorge, decidió crear una fundación con su nombre, y que tuviera como fin reunir y recuperar el mayor número de automóviles de todas las épocas. Fue entonces cuando comenzó a despegar el proyecto, y en la actualidad ya son más de 350 coches los que forman parte de esta entidad fundacional, que se encuentra entre las mejores del mundo por sus fondos automovilísticos, y que ahora se exhibirá en el museo.
Un total de diez personas trabajan para poner a punto todos los utilitarios, cuyas piezas originales tienen que conseguirse en distintos países o a través de subastas. Debido a la dificultad que entraña restaurar algunos vehículos, su reparación puede llegar a durar hasta cuatro años.