El primer teniente de alcalde, el nacionalista Henrique Tello, aseguró ayer que el gobierno municipal «fai o que pode» para mantener en buen estado la plaza de Vigo, que, en las últimas semanas, ha sufrido nuevos ataques de los vándalos.
El concejal de Turismo y Promoción Económica explicó que el gobierno local no elude su responsabilidad en este asunto, pero recordó que los vándalos «lamentablemente actúan en todos os sitios» y que en sus actuaciones tiene mucho peso la educación y el civismo de la sociedad en la que conviven. «É unha pena que se produzan estas cousas e creo tamén que é unha responsabilidade de todas as persoas que formamos parte desta sociedade», aseguró.
En cuanto a las medidas que se pueden tomar para evitar que se produzcan desperfectos en el mobiliario urbano, Henrique Tello insistió en que el gobierno local «fai todo o que está na súa man» y que, independientemente de estos esfuerzos, siempre se producen daños y deterioros que el gobierno municipal no desea. «Lamentablemente ás veces prodúcense cousas deste tipo que teñen moito que ver coa sensibilidade e a educación das persoas», insistió.
La plaza de Vigo, cuya remodelación se inauguró en agosto del 2007, está llena de pintadas. Además, los voladizos están llenos de basura, hay baldosas sueltas, los cristales de la pérgola están rotos y la concentración nocturna de los jóvenes para hacer botellón comienza a ser un problema para los vecinos. De hecho, el presidente de la asociación de vecinos del Ensanche, Gerardo Crespo, solicita al Ayuntamiento que declare la plaza de Vigo como zona acústicamente saturada (ZAS), que incremente la vigilancia policial en todo el ámbito y, además, que se impongan multas a los vándalos que dañen y deterioren el mobiliario urbano.