La Xunta dice que Esvida tenía que haber avisado del cierre 3 meses antes

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Benestar no ha recibido la petición de cese de actividad de Sanyres, que afirma haberla enviado

07 abr 2011 . Actualizado a las 19:33 h.

La Xunta aún no había recibido ayer la solicitud de cierre de la residencia geriátrica Esvida, trámite que la normativa establece que debe realizarse con tres meses de antelación a la fecha prevista de clausura, según indicó la Consellería de Benestar, que sin embargo confirmó que sí se había producido una notificación extraoficial.

La gestora del centro, Sanyres, aseguró no obstante que la documentación había sido remitida por correo certificado y urgente a la Subdirección General de Autorización e Inspección de Centros el martes día 5, incluyendo el formulario de petición de cese de actividad, la memoria justificativa de su inviabilidad y el listado de usuarios del centro de Matogrande, por lo que ayer esperaba llegase a destino hoy.

La empresa discrepa

Discrepa también la firma con respecto a los tres meses de antelación, ya que interpreta que ese es el plazo que tiene la Xunta para resolver sobre si autoriza o no el cierre y, en caso de no producirse respuesta, se consideraría concedido por silencio administrativo. Pese a todo, portavoces del grupo andaluz subrayaron ayer su deseo de facilitar el realojamiento e insistieron en que «no vamos a dejar a nadie en la calle; se estableció un mes porque en el contrato de ingreso en el centro así figura como plazo de aviso ante cualquier traslado o cierre, pero si hace falta más tiempo se tendrá en cuenta», insistieron.

Benestar indicó que efectivamente tiene tres meses de plazo para resolver desde el momento de la notificación, plazo que podría reducirse si finalmente la gestora logra recolocar en menor tiempo a todos los usuarios, 94 en la residencia y 2 en el centro de día, pero también se prorrogaría si Sanyres no consiguiera cumplir uno de los requisitos que establece la legislación: los afectados tienen que ser reubicados «en condiciones similares a las que tienen en la actualidad o, de lo contrario, tras alcanzar un mutuo acuerdo». En todo caso, «la autorización de cierre corresponde a la consellería y no va a darla hasta que todos los mayores tengan nuevo alojamiento», recalcaron desde Benestar.

El departamento que dirige Beatriz Mato se ha mantenido en contacto desde hace un año con el grupo andaluz, según aseguró, para tratar de evitar el cese de actividad de la residencia y encontrar nuevos gestores, poniendo en contacto a operadores del sector interesados en hacerse cargo de las instalaciones.

Recolocación para 30 empleados

La consellería, «una vez alertada de lo que sucedía, el lunes pasado», indicaron, ha mantenido «contactos continuos» tanto con Sanyres como con las residencias de la patronal nacional con las que el grupo ha negociado para reubicar a los 96 mayores, Ballesol en Oleiros, Caser en A Zapateira y Sanitas en Santo Tomás. Todas disponen de plazas para válidos y dependientes y al parecer ya se han producido las primeras reservas al existir un convenio por escrito entre Sanyres y Ballesol, que tiene capacidad para 100 incorporaciones, para el realojo respetando las condiciones económicas «en la mayoría de los casos», y también hay acuerdo verbal con Caser.

Sobre el ERE presentado el martes, ahora se abren 15 días para la negociación entre la firma y los 47 trabajadores, una treintena de los cuales podrían recolocarse en las mismas residencias en función de los usuarios que se trasladen.