Expotaku reúne en Expocoruña a cientos de seguidores del manga y el «anime»
22 may 2011 . Actualizado a las 13:52 h.Quien haya pasado o se pase hoy por la puerta de Expocoruña accederá a un mundo paralelo. En Expotaku se reúnen miles de fans de la cultura pop nipona. Son los llamados otakus, devotos del manga y el anime que, en muchos casos, llegan a tener un grado de identificación tal con sus personajes que se echan a la calle vestidos como ellos. En el barrio de Akihabara en Tokio ocurre a diario en sus calles. En A Coruña una vez al año en el recinto ferial. Y con un éxito tal -el año pasado se contabilizaron 3.600 personas- que si algún despistado acude, el interrogante no podrá ser otro que ¿pero qué sucede aquí?
Es cuestión de costumbre. Lo explica Martín Losada, uno de los organizadores de la feria: «Un otaku es un fan de los cómics japoneses, tan friqui como un hincha de fútbol, como un aficionado del Dépor que va a los partidos con los colores del equipo». David Gaspar, director de la gira Expotaku, estira el ejemplo: «Un hincha de fútbol se compra la camiseta de jugador favorito y va al campo así. Un otaku que hace lo mismo con su personaje alcanza el grado más superlativo de su afición».
Series como One PS, Bleach, Naruto u Full Metal Alchemist cuentan con replicantes (cosplayers) pululando por Expocoruña. También seguidores de cosas tan exóticas como el Vocaloid, un programa japonés de lector de texto que había fracasado en ventas. Todo hasta que sus responsables le pusieron la voz de una chica e inventaron un personaje, que luego se multiplicó en un auténtico fenómeno fan.
Sobre el escenario principal bailan varias fans de ese programa con el ritmo acelerado del j-pop, el género estrella de la juventud nipona. Es Yoli de 17, Emma de 18, Eva de 10 y Ana de 15. Yoli habla con un enorme mechón azul sobre su rostro. «Molesta un poco, pero hay que sufrir. Yo adoro el manga y venir así me aumenta la moral». Emma se trae a su hermana pequeña y dice que su tío también está involucrado. «A mis padres les gusta esto». Ana va más allá: «A mí mi abuela me hace los trajes». ¿Lo mejor? «La gente viene a pasarlo bien, nadie critica a nadie. Aquí dentro no se ríen de ti, ni te pitan los coches».
Espíritu positivo
Pasear por Expotaku es introducirse en un laberinto de colorido, sonrisas y buen rollo. Tras ello se encuentra, en muchos casos, una búsqueda de la inocencia perdida. Chicas que quieren ser princesas en un mundo de dulzura y ternura. Chicos que quieren ser héroes en busca de un ideal, como los protagonistas de las series shonnen, el género más popular del anime.
«En todo esto existe un componente muy grande de nostalgia para los que tienen hoy entre 25 y 30 años, de recordar cuando eran niños y veían Dragonball», comenta Leonardo Garibaldi. En los otros casos, los de los que hoy son niños y adolescentes, se apela a una celebración de su momento: «Hay mucho carpe diem, chicos que son conscientes de que mañana van a tener que preocuparse por un sueldo y un trabajo. La gente dice: ??Si no lo hago ahora, no lo voy a hacer nunca??», apunta Losada.
Al fondo, un chico grita: «¿Alguien nació en octubre?». Es uno de los juegos en los que sus participantes tienen que hacer pruebas de todo tipo. En este caso reunir a cinco nacidos en ese mes. Afuera se disputa un partido de jugger, un indescriptible deporte alemán que combina técnicas de soft-bombat, futbol americano y hockey. Varios cosplayers se atizan de lo lindo entre risas. Justo al lado, otros practican tiro con arco, como en los clubs de los institutos japoneses.