Esta última edición de la Arroutada estuvo a punto de no celebrarse. Desavenencias con el Ayuntamiento, que les cede el recinto -el Coliseo- para la celebración del evento, obligaron a aplazar la fiesta unas cuantas semanas. Una vez superadas esas diferencias, el evento se celebró, pero el rebumbio de fechas mermó la participación.
-¿Qué han opinado los participantes sobre la polémica con el Ayuntamiento?
-Lo que nos ha llegado es la queja, el sentimiento de lástima porque casi no se celebra.
-¿Les ha afectado en cuanto a participación?
-Claro, pero la verdad es que mucho menos de lo que imaginaba. Ten en cuenta que siempre lo celebramos en un fin de semana con un festivo cercano. Y que en este, de puente nada. Es más, para colmo había elecciones. Hemos tenido unos doscientos o trescientos participantes menos, pero aun así hemos metido a quinientos. Hay gente que había cogido días libres en el trabajo para la fecha inicial, y que no ha podido asistir. Pero en resumen, más que contentos con la respuesta. Aunque esas son las cifras de participación oficial, que por aquí, este fin de semana, han pasado un par de miles entre curiosos, acompañantes, aficionados y gente que venía a echar un vistazo.
-¿Cuál sería el recinto perfecto para la Arroutada?
-La próxima queremos hacerla en Expocoruña, coincidiendo en mayo con el Expotaku. Aunque cuando pedimos el Ágora parecía un buen lugar. En efecto, estaba a medio montar, pero a nosotros nos sobraba, así había más espacio.