El actor dio el pregón de las fiestas de María Pita ante miles de personas
02 ago 2012 . Actualizado a las 16:16 h.«Boas noites, en ningún sitio de España, e grazas á miña profesión teño a fortuna de coñecer moitos, poden presumir de ter unhas festas dun mes de duración. Sodes uns afortunados. E eu son un afortunado por dirixirme a vós desde o balcón de María Pita». Con unas palabras en gallego comenzó su intervención el pregonero de las fiestas de María Pita en A Coruña, el actor Mario Casas.
«Este es uno de los papeles más difícil de mi vida», continuó, refiriéndose a al encargo de abrir las fiestas en su ciudad. En una plaza de María Pita llena hasta la bandera y en la que se desató la locura con la aparición del actor, Mario Casas leyó un pregón con guiños a sus fans, pero también con muchas referencias al cine. Denominó a A Coruña como «la ciudad en la que nació el cine español», nombrando a ilustres como María Casares o jóvenes como Martín Rivas.
Hizo un repaso de los actos más importantes, invitando a todos, vecinos y turistas a disfrutar de ellos «con cabeciña». No se olvidó de las fiestas de los barrios, que nombró entre vítores, especialmente cuando mencionó a los Mallos, ni de gritar el «Forza Dépor», confesando de que su padre quién le inculcó la afición por los blanquizales.
En el balcón de María Pita le acompañaban una parte de su familia, entre ellos su madre y su hermano pequeño, que también fue ovacionado por el público.
Larga espera para ver a su ídolo
Mario Casas llegó sobre las 20.30 horas al palacio municipal y se desató la histeria entre las miles de jóvenes que esperaban ver de cerca a su ídolo. Algunas llevan en la plaza de María Pita desde las 12.00 de esta mañana. Las más afortunadas han conseguido ver de cerca a este coruñés de A Sardiñeira que es uno de los chicos de moda.
Los nervios estaban a flor de piel y se sucedieron los empujones entre el público. Tras la entrada en el Ayuntamiento, algunas jóvenes ya tuvieron que ser atendidas por los efectivos de la Cruz Roja situados en la plaza de María Pita. La llegada de Mario Casas se produjo cuando La Oreja de Van Gogh, que tocó tras el pregón, estaba realizando la prueba de sonido. El actor vestía una americana azul claro y una camisa oscura, y tras bajarse del monovolumen en el que llegó, se paró un momento para saludar.