Caso Diego Novo: Condenados a año y medio de prisión el socorrista y la monitora del Liceo La Paz de A Coruña

La titular del Juzgado de lo Penal Número 5 de A Coruña condenó a un año y medio de prisión al socorrista y a la monitora del colegio Liceo La Paz por la muerte en la piscina del pequeño Diego Novo. En la misma sentencia, se absuelve a los cinco responsables del centro que también fueron juzgados por un delito de homicidio por imprudencia.

Los únicos condenados no ingresarán en la cárcel, pues la pena es inferior a dos años y carecen de antecedentes. La jueza exculpa en la sentencia a los responsables del centro, pues las medidas de seguridad, así como el protocolo de actuación del personal de natación se ajustan a la normativa vigente. Recuerda que la mañana de la trágica muerte de Diego Novo, la dirección no se enteró de la ausencia de la monitora, ni que los ahora condenados (el socorrista y la monitora de apoyo) habían tratado entre ellos, sin comunicarlo a nadie, la sustitución. Toda la responsabilidad, según el fallo, fue de los condenados. Ni el socorrista actuó como tal, ni la monitora hizo labores de su puesto.

Siete acusados en el banquillo

Tras la celebración del juicio, que concluyó el pasado 18 de enero, no quedaron claras las circunstancias en las que se produjo la muerte de Diego Novo el 30 de marzo del 2009. Ninguno de los testigos fue capaz de dar una explicación razonable de cómo el niño terminó en el fondo de la piscina. Ni cómo ni cuándo. Todo son suposiciones. Los que estaban allí con él -el socorrista y la monitora- no se lo explicaban porque, según dijeron, siempre se estuvo pendiente del agua y no vieron a Diego ir al baño. La que lo vio en el aseo no tiene idea de cómo ni cuándo regresó al agua. El médico del 061 no pudo precisar cuántos minutos estuvo en el fondo y la cámara que hay en la piscina solo recoge la mitad de la misma y, precisamente, no es la mitad en la que estaban los compañeros.

El último día de la vista, los padres de Diego Novo comparecieron ante los medios de comunicación para agradecer el esfuerzo del equipo médico y el de su abogado. Profundamente abatidos, lanzaron duras críticas a los responsables del centro. «Han sido cuatro años de lucha sin respuestas. Seguimos sin saber como se ahogó nuestro hijo, donde supuestamente muchos ojos lo custodiaban». La madre añadió que todo su esfuerzo «nunca fue respaldado por los responsables del centro. De ellos solo hemos recibido silencio e indiferencia». Su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, afirmó que «un hecho así no ocurrió más veces en ese colegio porque Dios no lo quiso» y criticó «el oscurantismo» en el que desde el primer momento se movieron los responsables del centro, un oscurantismo «buscado e interesado. Tramado y urdido» para huir de sus responsabilidades.

Las acusaciones, en sus informes finales, hablan de grave negligencia. Y visto el juicio, tienen la certeza de que Diego Novo pidió ir al baño, le quitaron la burbuja y se olvidaron de él. Las defensas, por su parte, creen que fue el primero en salir del agua tras la clase, se escapó y regresó al agua cuando ya sus compañeros estaban en él vestuario.

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