Una quinceañera coruñesa en la gala de los Goya

A CORUÑA

Se crió entre bobinas y películas

13 feb 2014 . Actualizado a las 15:14 h.

1 Alumna de 4.º de la ESO en Las Esclavas, Verónica es una quinceañera coruñesa como tantas otras. Pero hay una particularidad, se crió entre bobinas y películas. «Tanto ella como su hermano están acostumbrados desde pequeños», me comenta su padre, el productor y director Ignacio Benedetti, miembro numerario de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, en su especialidad de animación. En total son 14 los académicos de Galicia. Verónica esgrimió su mejor sonrisa para convencer a su progenitor para que la llevase a la gala de los Goya. E Ignacio sucumbió a los brackets. El pasado domingo, padre e hija asistieron en directo a la gran fiesta del cine español al lado de los nombres más importantes del sector. «Lo que más le gustó fue la presentación que hicieron de los cortometrajes, porque además ella toca el piano. Lo único malo es que tenía la ilusión de ver a Mario Casas y, en ese sentido, se vino frustrada», apunta Ignacio, que estuvo nominado en anteriores ediciones por las producciones de animación: Minotauromaquia: Pablo en el laberinto, Werepig, Vicenta y El ataque de los Kriters asesinos, y por El Regalo de Silvia, una película que produjo. Por cierto, me cuenta que en abril impartirá en Madrid, en la sede de la Academia, la conferencia: Animación prohibida: los 13 censurados, «la misma que relaté en el CGAI hace unas semanas». No sabemos si a este viaje le acompañará Verónica, la quinceañera coruñesa que puede presumir de que estuvo en la gala de los Goya.

Mujeres de Eirís

2 Es imposible resumir en unas líneas las biografías de María Luisa Vázquez Ramallo y María Rodríguez Castiñeira, dos veteranas vecinas de Eirís que ayer fueron homenajeadas en el centro cívico de Eirís en un acto presidido por el concejal de Servicios Sociales Miguel Lorenzo. Hay una palabra que puede condensar sus vidas, sacrificio. María Luisa nació en 1923 en este barrio y desde pequeña se dedicó al cultivo y venta de productos del campo. En 1950 embarcó ella sola con dirección a Uruguay y con el paso de los años llegó a constituir una empresa de ropa infantil en la que llegaron a trabajar 40 personas. Volvió a Eirís en 1980. Y María también emigró, en esta caso a Inglaterra, de donde regresó en 1973 para trabajar en el sector de la confección de ropa. El sector textil y la emigración son comunes en la vida de estas dos emblemáticas mujeres.

En Cortiñán

3 José Antonio Soto Lourido no tiene la edad de la hija de Benedetti ni tampoco la de las dos protagonista anteriores. A sus 52 años, este vecino de Cortiñán, Bergondo, decidió abandonar la lista del paro «en busca de una mejor vida», comenta. Por eso, el pasado fin de semana inauguró un negocio familiar bajo el nombre de Agro Cortiñán, en el lugar de A Fraga, frente a la N-VI, en la citada localidad. Gente emprendedora también hay en el sector agrícola y ganadero.