Solidaridad de primera

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

07 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

1 «¿Cuándo vais a subir a primera?», les preguntó un chaval. Los jugadores no se salieron del discurso prudente-optimista: «Vamos partido a partido, pero subimos seguro», comentaron para alegría de los 61 alumnos con discapacidad intelectual que a diario se forman en el Centro de Educación Especial Aspronaga. Con motivo de su 50.º aniversario, un grupo de nueve jugadores del Deportivo compartieron un buen rato con los chavales. Juan Carlos. Marchena, Insua, Borja Bastón, Juan Domínguez, Wilk, Sissoko, Seoane y Luis Fernández firmaron balones, bufandas, camisetas... Respondieron a las preguntas de los chavales y hasta jugaron una pachanga con ellos. «Están muy emocionados y creo que para los jugadores también fue una experiencia positiva», comenta desde Aspronaga Pilar Fustes.

Gala multitudinaria

2 La directora del centro, María Vázquez, me comenta con satisfacción y orgullo que «en el festival participa el cien por ciento del alumnado, los 215 estudiantes que tenemos», destaca la máxima responsable del colegio A Ponte Pasaxe de Fonteculler. Celebraron su ya tradicional gala «que llega a la edición número 36», apunta María desde el auditorio de la Universidad Laboral donde se celebró el festival.

Laboratorio-aula

3 El Laboratorio de Consumo de Galicia, situado en la Grela, no es demasiado conocido a pesar de la gran labor que desarrolla. Los que ya lo conocen son un grupo de alumnos de 4.º de la ESO de la Compañía de María, que participaron en un aula práctica de ciencias con la que la consellería de Economía e Industria quiere acercar a los más jóvenes la importancia de saber analizar la seguridad de los productos. «Explícanse os fundamentos da enerxía cinética e a súa relación coa masa e a velocidade coa seguridade dos proxectís en xoguetes», destacan los promotores de la experiencia.

Veterano de la refinería

4 Llevaba 47 años trabajando en la refinería, que son muchos, y por eso los compañeros decidieron organizar una comida con motivo de su jubilación. Antonio Vázquez Calvete, que es el nombre del veterano operario, pertenecía al departamento de mantenimiento. Fue en el pazo de Villariza, cerca del complejo petrolífero donde tuvo que fichar durante casi medio siglo.