Carece de documentos que demuestren que pertenecían al Ayuntamiento
20 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Ayuntamiento ha perdido 165 bienes con valor histórico-artístico, desde muebles y fuentes hasta esculturas y jarrones, aunque la mayoría, algo más de cien, son pinturas, y tiene muy difícil recuperarlos algún día. El problema es que en María Pita no hay documentación que acredite a quién fueron prestados, o cedidos, ni en qué condiciones. Es más, en algunos casos ni siquiera está acreditado que fuesen de propiedad municipal.
Sin esos documentos, la única posibilidad de la Administración local para recobrarlos será apelar a la buena fe de sus actuales propietarios, sean quienes sean. Eso suponiendo que antes se consiga localizarlos, una tarea muy complicada porque apenas hay pistas para empezar la búsqueda.
En medio de ese mar de dudas hay al menos dos certezas. Se sabe qué objetos no aparecen por los pasillos de María Pita gracias a una comisión de investigación formada por el actual gobierno local a finales del 2011. Además, ese organismo logró localizar cerca de 40 bienes perdidos.
También se sabe qué objetos están desaparecidos. Figuran en un extenso listado incluido en los anexos del informe final de la comisión y hay de todo. Desde un reloj de cuco de la selva negra hasta dos cuadros de Alfonso Sucasas, pasando por una moneda romana de cobre, dos españolas del siglo XVII y piezas de plata, entre ellas la bandeja de turno, un candelabro, una custodia...
Ya durante la comisión quedó claro que iba a ser complicado localizar y recuperar los 205 objetos que en principio se echaron en falta. Es probable que algunos estén destruidos o arruinados, otros se habrán perdido en la bruma de la burocracia municipal y quizá alguno, como dicen las malas lenguas, adorne la casa del aprovechado de rigor. Pero que las dificultades iban a ser importantes era evidente. No hay «reproducciones de los bienes descritos para poder identificarlos», lamentó el jefe de servicio de Interior, Roberto Martínez-Anido, ante la comisión de investigación, a la que también informó de que desconocía «absolutamente el paradero de los bienes que figuran en las relaciones (de desaparecidos)», y así siguen más de un año después, solo existen sobre el papel.