Detenido de nuevo el exconserje del Liceo acusado de grabar a niñas en el vestuario

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Atlas TV

Ha sido arrestado por tener pornografía infantil un día antes de ser juzgado en A Coruña

11 nov 2016 . Actualizado a las 01:11 h.

D. P. tenía que haberse presentado ayer en el juicio que se iba a celebrar en su contra por instalar en enero del 2015 una microcámara en los vestuarios del colegio coruñés Liceo en el que era conserje, pero no lo hizo porque la víspera fue detenido por tenencia de pornografía infantil.

El exconserje del colegio Liceo de A Coruña, apartado del centro y obligado a no acercarse a él a menos de 50 metros desde marzo del año pasado, es uno de los detenidos en la macrooperación firmada por la Policía Nacional e iniciada hace año y medio que terminó este miércoles con 56 arrestos en distintas partes de España.

Uno de los detenidos es este coruñés, a quien la dirección del colegio ya había apartado de su puesto laboral en cuanto se supo que era el principal sospechoso de las grabaciones en el vestuario. Desde el centro educativo se recuerda que fueron ellos quienes presentaron la denuncia ante la policía el 27 de enero del 2015, nada más aparecer la cámara bajo un lavabo, y colaboraron «estrechamente con los investigadores» para esclarecer un asunto que derivó, dos meses más tarde, en la detención del conserje.

El miércoles se presentó la policía en su casa con una orden de entrada y registro. De ella se llevaron todo el material informático, así como diferente documentación. A él se lo llevaron detenido a la comisaría y ahí continuará hasta hoy, cuando pase a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña. Ayer, asistido por su abogado, Ramón Sierra, se acogió a su derecho a no declarar en dependencias policiales. Según el letrado, todavía no se sabe de qué se le acusa y qué pruebas llevaron a su arresto. Fuentes de la investigación confesaron sentirse sorprendidas al comprobar que «poco después de ser detenido el año pasado por tenencia de pornografía infantil e instalar una cámara en los vestuarios, salió de prisión tras permanecer en ella solo dos días y poco después ya volvió, presuntamente, a descargar e intercambiar archivos pedófilos».

El juicio para el que estaba ayer citado en el Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña se fijó tras su detención en marzo del año pasado. Según el fiscal, que pide para este hombre cuatro años y medio de prisión por delitos contra la intimidad y posesión de pornografía infantil, en enero del 2015 el procesado adquirió una minicámara de alta definición que se ponía en marcha al detectar cualquier movimiento, sonido o vibración. Tenía una autonomía de diez horas, y podía permanecer cuatro meses en reposo.

Presuntamente, colocó la cámara bajo un lavabo del vestuario femenino, un lugar que también era utilizado por estudiantes fuera del horario escolar y que siempre estaba cerrado cuando no era utilizado. El acusado, según la policía, puso la minicámara el 28 de enero, enfocando la zona de duchas «con la clara intención de que se activara cuando el vestuario estuviese siendo utilizado, y así captar las imágenes de los allí presentes».

La cámara grabó imágenes hasta que una estudiante del centro la encontró por casualidad y se lo transmitió a la dirección del colegio, que llevó el asunto a la Policía Nacional y cesó al conserje, que desde entonces no se puede acercar al colegio a menos de 50 metros.

Por si fuera poco, en el registro que entonces se le hizo en su domicilio, se encontró material pornográfico relacionado con menores en su ordenador.

Los investigadores de la operación llaman la atención por la corta edad de las víctimas

La Policía Nacional ha detenido a 56 hombres por distribuir material pedófilo a través de Internet. Según desveló ayer la policía, cargado de imágenes de abusos de extrema gravedad en las que las víctimas son menores de muy corta edad. Las detenciones se han llevado a cabo a lo largo de varios meses en provincias de toda España. Entre ellas, Pontevedra y A Coruña.

Casi todos los supuestos agresores responden al perfil de desempleados o de personas que por diferentes circunstancias se ven obligadas a pasar mucho tiempo en casa, tal y como explicaron Ignacio Cosidó, director general de la Policía, y otros portavoces policiales en una rueda de prensa para ofrecer detalles de la operación.

Las víctimas son de muy corta edad. Según han explicado los cargos policiales ayer, las agresiones se perpetraron sobre niños de cada vez menos edad que no habían alcanzado la pubertad.