
Distintos colectivos reclaman una mayor protección de la zona para que los excursionistas no atraviesen a los espacios de protección por desconocimiento
20 ene 2017 . Actualizado a las 22:42 h.El embalse de Cecebre está reconocido como una zona de especial protección, y está incluido en la Rede Natura 2000 de Galicia, sin embargo, aunque la zona cuenta con indicadores para facilitar el conocimiento del medio por las personas que realizan un recorrido a pie por las distintas rutas de senderismo que tienen esta presa como centro, grupos naturalistas han reclamado un aumento de la señalización para que se respeten las áreas protegidas. En este sentido, desde entidades como el Grupo Naturalista Hábitat, que realiza múltiples actividades en el entorno del embalse, se ha solicitado nuevos carteles, sin que, hasta ahora, se hayan atendido sus demandas.
En estos momentos, con un embalse más bajo de lo habitual debido a la escasez de lluvias durante el invierno, los amantes de las aves consideran que es necesario instalar más indicadores para que las personas no se adentren en la zona de humedal y para que no avancen con los perros más allá de las zonas de paseo, ya que interfieren con las aves que están en el embalse. En la primera semana de enero se estimaba, según datos de la página web Embalses.net, que cita datos del Ministerio de Medio Ambiente, que el pantano de Cecebre se encontraba al 54,5 % de su capacidad, con un 4,5 % menos de agua que en el mismo período del año pasado, cuando se llegó al 59,09 %.
Un recorrido por el perímetro de este embalse que suministra agua a la comarca coruñesa permite ver carteles ilustrados con información de las distintas especies de animales que se pueden observar, desde la paloma torcaz, al petirrojo europeo, a los azores o las lechuzas, entre otras, que atraen a la zona a gran cantidad de naturalistas durante todo el año. Sin embargo, para muchos es necesario que se recuerde las normas que rigen en el entorno para que las personas que empiezan las rutas en distintos puntos del recorrido sean conscientes de las limitaciones que conlleva esta zona protegida.
La ruta circular que se puede realizar allí, de escasa dificultad y que transita por numerosos caminos asfaltados, también permite comprobar que existen elementos que desentonan en este entorno, desde basura que ha sido abandonada en distintos puntos, a canalizaciones que han quedado obsoletas en los cauces de los ríos e incluso construcciones en desuso y que han sido pasto de los vándalos y de los grafiteros.
En Orto arranca la ruta desde el observatorio de aves, una instalación que ha tenido que ser cerrada debido a actos vandálicos. La caseta, levantada sobre pilares y que facilita a los amantes de las aves el trabajar cómodamente para localizarlas, fue cerrada después de que se utilizara indebidamente para acampar. En estos momentos está tomada por las pintadas.