Batería de Niños Mutantes e impulsor de Granada Ciudad de Rock, Nani Castañeda, participa hoy en un debate en la Fundación Paideia
05 abr 2018 . Actualizado a las 13:38 h.Esta tarde se celebra la última de las jornadas de A Música en Directo sobre propiedad intelectual (19.00 horas, Fundación Paideia Galiza). En ella participarán Víctor Salgado, socio director de Pintos&Salgado Abogados; Beatriz Patiño, experta en propiedad intelectual, y Nani Castañeda, que hablará de su experiencia con el proyecto Granada Ciudad del Rock.
-¿Cómo proteger la música?
-Uy, eso es muy amplio y no hay una fórmula única. Lo primero que hace falta es talento, pero en España a veces es muy difícil sacarlo adelante. Según las comunidades,en unas no se puede tocar en bares y en otras no pueden entrar los niños a los conciertos. En el caso de Andalucía, por ejemplo, prácticamente no hay sitios pequeños, debido a todas las normativas que existen. Eso hace que en nuestra ciudad, Granada, no haya prácticamente sitios para que puedan tocar bandas jóvenes. Cuando yo era joven podía tocar prácticamente en todos los sitios de la ciudad. Ahí fue donde me criié como músico, donde pude expresarme y donde desarrollé mi capacidad. Pero si todo esto está prohibido, no es desde luego la manera de cuidar la emergencia de música. Una cosa es el respeto a los vecinos y tener en cuenta las carencias, otra eliminar todo el circuito y que esté absolutamente pohíbido hacer nada.
-¿En países como Inglaterra es diferente?
-Claro, allí se han hecho esfuerzos para que se pueda tocar en los pubs con una normativa a nivel estatal. Ellos tuvieron sus problemas, pero necesitan que exista una cultura musical. Para ellos es algo vital. Aquí, sin embargo, hemos llegado a un colapso total. En los ochenta y noventa había mucha locura y desfase, pero de ahí hemos pasado a un punto en lo que no está permitido nada. Se han intentando los conciertos sin orden y sin horarios
-¿Con Granada Ciudad del Rock qué han hecho?
-Tenemos en cuenta lo que necesitan las bandas para pelear por la cultura rock. Intentamos que las instituciones de que la música rock es necesaria, también en los pubs y restaurantes. Tenemos una normativa muy restrictiva que, por ahora, no se ha cambiando. Por segundo año consecutivo hemos puesto un ciclo llamado Granada Calliing. En él hacemos conciertos en salas profesionalizadas de Granada, donde sí son posibles los conciertos. El Ayuntamiento asume los costes para que el ciclo exista, con 20 o 25 bandas. Se asume el coste de algunas salas, para que las bandas emergentes puedan salir a tocar. Los grupos pequeños necesitan difusión, no que los protejan. Y nosotros ahí les hemos intentado dar difusión.
-Lo que nos lleva a la polémica de subvencionar la música. ¿Qué opinas?
-No creo que la música deba ser subvencionada. No te tienen que pagar porque te creas músico, eso hay que demostrarlo con el tiempo. Por esa regla de tres, de mis diez discos me tendrían que haber subvencionado once. Pienso que no hay que subvencionar directamente la actividad cultural, lo que hay que hacer es poner los medios para que la cultura exista. En Granada, el Ayuntamiento asume el coste que un chaval de 16 años no puede asumir para alquilar una sala, que de medida sale entre los 80 y los 250 euros por una noche. El Ayuntamiento paga eso, la difusión, la producción y la cartelería. Se le está dando a los grupos la posibilidad de tocar en salas profesionales, con técnico de sonidos, con técnico de luces, con taquilla.
-Pagar por tocar en una sala. Muchos músicos se oponen a ello. Dicen que tiene que ser al revés, que la sala les tienen que pagar a ellos. ¿Qué cree?
-Es que eso es tan sencillo, porque depende del modelo de negocio de cada sala. Yo entiendo que si es un pub o un bar como los de EE. UU. o Inglaterra, donde tu modelo de negocio consiste en que haya unos músicos tocando para que vayas allí a consumir, entonces hay que contratar. Otra cosa es una sala te ponga un equipo y un personal para que tu concierto pueda dar el mejor resultado posible. Eso existe para bandas que cuando llegan a una ciudad pueden meter entre 100, 200 o 400 personas. Eso tiene que tener un coste. Yo creo que sí. Si los músicos no profesionales alquilan esa sala para tocar la música que ellos hacen en ese momento, no veo la manera de que la sala debe asumir que vayan 50 personas a verlo. ¿Eso tiene que asumirlo la sala? ¿Estamos seguros de eso? Entonces la sala jamás lo hará.