«Nada que no se solucione en la familia se soluciona en lo social»

M. CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Nuria Cancela

Presentó en la feria «Honrarás a tu padre y a tu madre», brutal historia de su familia en primera persona

04 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

 

Honrarás a tu padre y a tu madre es la historia familiar de la periodista y escritora Cristina Fallarás (Zaragoza, 1968), nieta por vía paterna de un tramollista fusilado en diciembre de 1936 y por parte de madre de un coronel bisnieto del presidente mexicano Benito Juárez al mando del pelotón de fusilamiento. La autora, que ayer presentó en la Feira do Libro la novela editada por Anagrama, tardó medio siglo en darle forma a un relato que Montalbán le recomendó escribir hace 25 años y una y otra vez se vino abajo lastrada por los nombres ficticios y las terceras personas.

?Se caía en el tercer capítulo. Hasta que un día escribí: «Hola, me llamo Cristina [así comienza la novela]’» y ahí ya fue tu-tu-tu-tú. Yo llevaba tiempo preguntándome por qué en España no se juzgaron los crímenes del franquismo, a los torturadores, asesinos, fusiladores, a los capitostes de cada pueblo que ordenaban matar. ¿Por qué ningún partido lo había solucionado? ¿Por qué 40 años después tenemos al dictador con flores frescas en la tumba? No somos un país peor que el resto. Hasta que un día pensé que en las familias tampoco se ha solucionado. Y nada que no se solucione en las familias se soluciona en lo social y, por lo tanto, en lo político. Entonces me dije que tenía que contar lo de mi familia. Como con el desahucio [Fallarás fue desahuciada con dos hijos pequeños, vivió cuatro años en una cabaña y construyó un personaje para ganar dinero, al principio con intervenciones televisivas como desahuciada «culta» y «rica»]. Yo soy muy partidaria de que aquello que construyamos sea la suma de muchas cosas íntimas e impúdicas. Ahí no hay impostura.

?¿Sabe ya por qué no se juzgó?

?Hemos construido un silencio blindado para que nada se mueva y nada duela demasiado. Y justo se consigue lo contrario, que todo duela mucho. Mi padre viene de una familia muy pobre y eso se borró, porque cuando un pobre se junta con ricos se le borra. Yo he heredado un silencio y un dolor que no me corresponden. Y al tener hijos pensé que no quiero que mis hijos hereden eso. Bastante tenemos ya.

?Puso mucho cuidado en las formas.

?Sí, estoy muy satisfecha. Al aspirar a cierto modo de belleza, pulí la rabia que tenía de fondo, y no necesitó aparecer. Sustituí la rabia por belleza. Es un libro donde no hay venganza. A pesar de que me ha hecho mucho daño, y a mis padres, y pudo habérselo hecho a mis hijos, tenía que enfrentar mi historia familiar de manera que no fuera un ajuste de cuentas. Ahora que no se valora mucho la calidad estilística, olvidamos que la calidad formal eleva aquello que contamos hasta sublimarlo y nos hace mejores. Y cada palabra tenía que ser la palabra, y el ritmo tenía que ser el ritmo. Y pulirlo y pulirlo y pulirlo.

?¿Por qué le interesa la impudicia?

?La impudicia es exponerte a lo patético y a mí me interesa el patetismo, porque hay una parte, la parte del bufón, que forma parte de nosotras y es imprescindible exponer. Vivimos en una sociedad muy homogeneizadora, es necesario para vender productos. Lo impúdico es mostrar aquello que no tiene que ver con lo común, y sin decorarlo. Es un ejercicio íntimo, de mirarte a ti misma y quererte. Es un ejercicio que tiene que ver con los hijos, la pareja, los amigos, es decir, ámame así. Y es un ejercicio revolucionario, de sacudida. Mírame, ¿me ves con el sobaco sin depilar? Pues tú lo tienes igual. Hay algo bestial en eso y tiene que ver con la construcción espectacular de la sociedad, que antes era subversiva y ahora es blanca y homogénea. Las redes sociales nos han absorbido.

A Cristina Fallarás le espantan las redes, aunque mantengan su personaje engrasado. Tiene la soberbia de los ricos, de los que procede, «sí, pero soy pobre», advierte; cree «en lo bueno», que no en el candor, y anda elaborando una estrategia feminista que genere una memoria colectiva de las mujeres basada en lo que cada una aporte y cuya suma sea irrebatible. Luego se relaja y cuenta cómo a veces le pide perdón a su hijo y cuánto se lo agradece él. Y se enciende otra vez con un poema de Zbigniew Herbert que recita de memoria antes de desaparecer.

La 2.ª Brincadeira de Ilustradores llena de dibujantes la carpa grande

aDULTOS (CARPA GRANDE)

12.00-13.00 horas. 2.ª Brincadeira de ilustradores.

18.00 horas. Charla de Brincadeira de ilustradores.

19.00 horas. En el corazón de la lluvia (Algaida), de Milagros Frías. Acompaña a la autora Javier Pintor.

20.30 horas. El ojo del cielo (Anagrama), de Manuel Gutiérrez Aragón. El autor hablará con Xavier Seoane.

21.15 horas. Teoría de la novela (Deliberar), de Gonzalo Torrente Ballester. Participan José Lázaro e Marisa Torrente.

AUTORES EN CASETAS

11.00 horas. José Rodríguez Barreiro, en Espazo Lector Nobel.

12.00 horas. Finy Sesmonde, en Couceiro. Antía Eiras, en Espazo Lector Nobel. Julio Rodríguez, en Arenas.

13.00 horas. Maite Mosconi, en Aenea. Andrea López, en Espazo Lector Nobel.

18.00 horas. Paula Merlán, en El faro de los tres mundos. Finy Sesmonde, en Couceiro. Cristín Ferro, en Espazo Lector Nobel. Lucía Cobo, en Aenea. Francisco Narla, en Lume. Bea Lema, en Berbiriana.

19.00 horas. Xoán Babarro, en Hércules Ediciones. Francisca García Jáñez, en Xiada. Lizzie Quintas, en Espazo Lector Nobel. Luís Denín, en Arenas. Marcelino Fernández Mallo, en Lume. Francisco Narla, en Santos Ochoa.

20.00 horas. Antiliados, en Espazo Lector Nobel.

20.30 horas. José Luís Casteleiro y Miguel García Seoane, en Hércules Ediciones. Francisco Narla, en Arenas.

INFANTIL

18.00 horas. Max e Lea (Hércules Ed.), con Estefanía Padullés. Taller para dibujar un dinosaurio.

19.00 horas. Mael. Máis alá da Fraga de Cornanda (El Patito Editorial), de Uxía Meirama y Miguelanxo Prado.

19.45 horas. O que sei do silencio (Xerais), de Andrea Maceiras. Conversa con Manuel Bragado.