La ola solidaria desborda a Olalla: más de 34.000 euros en solo 48 horas

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La familia de la niña que perdió sus implantes ya tiene para comprar otros y fondos para ayudar a otros niños

08 ene 2020 . Actualizado a las 21:09 h.

Los problemas de Olalla, la niña de dos años cuyos padres perdieron los implantes auditivos que necesita para oír el pasado día 20, están a punto de solucionares. Los nuevos aparatos ya están encargados a una empresa del sector y esta misma semana podría recibirlos.

Ha sido posible gracias a la ola de solidaridad que llevó a cientos de personas a colaborar en la campaña de recogida de fondos para que la familia, los Piñeiro, consiguieran fondos con los que pagar los aparatos. Cuestan 16.000 euros y no disponían de esa cantidad.

Lo que empezó con un mensaje de ayuda para que quien encontrara los aparatos, que se perdieron en su estuche, se pusiera en contacto con ellos, acabó convirtiéndose en otra cosa. Un grupo de personas ayudó a la madre, Isolina, a poner en marcha una colecta. En 48 horas ya se habían sobrepasado los 16.000 euros necesarios para abonar el coste de los dispositivos. Es más, en ese tiempo lograron finalmente 34.189 euros.

La familia había dicho que si aparecían los aparatos donarían lo recaudado a una asociación, y si sobraban fondos, también. Así lo han hecho, indicaba ayer Isolina, y desde ayer el dinero estaba en la cuenta de la Asociación de Nais e Pais de Nenos Xordos de Galicia (Anpanxoga), entidad que preside la propia Isolina Piñeiro y desde la que pretenden ayudar a otros pequeños con el mismo problema que su hija.

«Nos habéis dejado aún más sin palabras, de nuevo, solo podemos agradeceros enormemente vuestra solidaridad», indicaba ayer la familia a través de un comunicado. «En unos días os mostraremos la factura correspondiente a los implantes de nuestra hija, así como, en cuanto se pongan en marcha, del resto de prestaciones que iniciaremos desde la asociación gracias a vuestra generosidad», indican en el mismo documento.

La sociedad se movilizó desde el primer minuto para ayudar a Olalla, que a sus dos años de edad no podía escuchar ningún sonido sin sus aparatos -sus padres y sus dos hermanos, también sordos, usan los mismos dispositivos- y no solo ciudadanos anónimos, sino entidades y clubes como Padre Rubinos, el Básquet Coruña y el Liceo, entre otras, hicieron sus aportaciones para solucionar el problema.

La expectativas de la familia se vieron ampliamente rebasadas y en los próximos días Olalla, que fue operada en julio para poder ponerle los implantes, podrá volver a oír después de pasar unas Navidades complicadas. La respuesta de los ciudadanos fue, para la familia, el mejor de los regalos posibles.