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Los suministradores recomiendan evitar comprar el producto en las estaciones de servicio y optar por los pedidos «on-line»
13 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Los coruñeses están más tiempo en sus casas desde que se decretó el estado de alarma. Y, por ello, consumen más agua caliente, más calefacción y utilizan más tiempo la cocina. Por lo tanto, también tienen que reemplazar con más asiduidad las bombonas de butano. Benjamín Muñoz, delegado territorial de GLP de Repsol en Galicia, confirma que el consumo de este producto de primera necesidad se ha disparado este mes, en comparación con el mismo período del 2019. «Sí, hemos comprobado un incremento del 18 % con respecto al mes de marzo del año pasado». Explica que esta subida se debe a la situación de confinamiento de la población. «A pesar de que los hoteles y restaurantes se mantienen cerrados, esa inactividad se compensa con el sector de los clientes particulares», aclara.
60.000 clientes en la ciudad
GLP de Repsol distribuye al año unos dos millones de bombonas de butano en la provincia de A Coruña, a través de ocho agencias con más de 100 repartidores contratados. Muñoz confirma que tienen más de 300.000 clientes en la provincia, de los que unos 60.000 viven en la ciudad de A Coruña, y que debido a este incremento en la demanda de bombonas de butano la compañía ha tenido que intensificar los esfuerzos en los repartos domiciliarios, tanto en horarios como en rutas, haciéndolos compatibles con la implantación de nuevas medidas de protección. «Se está trabajando con todas las medidas de seguridad e higiene, y los repartidores van equipados con los medios de protección individual (mascarilla, guantes, hidrogel..) y también se está haciendo un importante esfuerzo para desinfectar todas las botellas cuando salen del almacén», confirma el responsable territorial de GLP.
Pedidos telefónicos y «on-line»
Desde la empresa comentaron que los repartidores siguen entregando el producto en la puerta de la casa de cada cliente y solo en casos muy concretos (personas dependientes o muy mayores) introducen las bombonas en las cocinas. Para salvaguardar la salud de los trabajadores y de los consumidores, desde la compañía se recomienda además hacer los pedidos telefónicamente (a través de la línea gratuita 900 321 900), a través de la web pidetubombona.repsol.es o de la aplicación móvil Bombonabutanorepsol, evitando salir de casa para comprar el producto en las estaciones de servicio. «Estamos dando un servicio considerado esencial y así reconocido por el Gobierno, por lo tanto nuestro objetivo es seguir prestándolo sin que ninguna persona tenga que saltarse las medidas de confinamiento».
Muchos clientes jóvenes
En cuanto al tipo de clientes que atienden, Benjamín Muñoz echó por tierra la idea preconcebida de que el butano es un producto relacionado con viviendas antiguas o gente mayor. «No, no. Nada de eso. Tenemos muchos clientes que son jóvenes, porque la ventaja del butano es que, además de ser barato, pagas exactamente por lo que consumes, sin los costes fijos que tienen otros productos y con un precio regulado. Además, en estas circunstancias especiales, el Gobierno decreto que el dinero que paga el consumidor por una bombona no podrá variar en los próximos seis meses, fijando el precio en 13,37 euros. «Es un producto de primera necesidad y hay mucha gente que depende de él para tener agua caliente, calefacción o hacer la comida. Dependiendo del tipo de casa y los consumos, una bombona dura una media de un mes», dice Benjamín Muñoz.
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«La gente nos agradece el servicio con bombones, un bizcocho o propinas»
Se llama Manuel Ramón Expósito Insua. Tiene 50 años y lleva 20 trabajando como repartidor de bombonas de butano para la empresa Arbupes S.L. Dice que, después de tanto tiempo desempeñando esta labor, se establecen lazos casi familiares con los clientes. Y en estos días tan difíciles de confinamiento es cuando aflora ese cariño y los gestos de agradecimiento.
Agradecimientos personales
«Los clientes nos están dejando el dinero en el felpudo, encima o pegado con celo a la bombona vacía. Y muchos nos agradecen el servicio dejándonos una pequeña propina de 1 o 2 euros». Explica que, en su caso, también le han dado bombones y, en uno de los últimos repartos por el Castro de Elviña, se llevó a casa un trozo de bizcocho. «Es gente que te conoce desde hace muchos años y agradecen como pueden el servicio que estamos prestando», explica Manuel. Comenta que, por norma general, no están metiendo las bombonas en los domicilios, aunque a algunas personas mayores o dependientes le hacen el favor, «siempre respetando el distanciamiento y las medidas de seguridad, por supuesto». En todo caso, puntualiza que las personas mayores ya suelen salir a la puerta con un carrito en el que transportan la bombona de un lado a otro.
Cien entregas diarias
Manuel, ataviado con mascarilla, guantes y pantalla protectora, insiste en que, en este momento, «lo importante es que no salga la gente de sus casas y cumplan con el confinamiento, porque nosotros realizamos nuestro trabajo intentando dar el mejor servicio posible».
Este trabajador explica que está realizando la jornada completa, repartiendo entre 90 y cien bombonas de butano cada día. «Depende un poco de las rutas que hagas, pero es verdad que estos días estamos todos más apurados con el camión yendo de un lado para otro». Indica que en la ciudad de A Coruña tiene muchos clientes en el barrio de las Flores y Palavea, y que también recibe muchas llamadas de Fonteculler y Vilaboa. «Y algo muy curioso que está pasando estos días es que nos están llamando clientes que hacía tiempo no lo hacía. Bien porque compraban y transportaban ellos mismos las bombonas de butano, bien porque no coincidíamos por el horario laboral, así que también está siendo época de reencuentros».