Tercer incendio en pisos okupas de Os Mallos, en A Coruña

Melissa Orozco / C.A A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

Hartazgo y temor de los vecinos por la escalada de la inseguridad en el barrio. El Concello asume que la situación es insoportable y reclama medidas a la Delegación del Gobierno

03 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El incendio de este jueves en el edificio okupado del número 28 de la calle Asturias colmó la paciencia de los vecinos que denuncian la inseguridad en el barrio de Os Mallos. El suceso, el tercero en la semana, se produjo a las 18.00 horas en el quinto piso. El otro ocurrió el miércoles a la misma hora pero en la tercera planta. Los residentes exigen mayor presencial policial e intervención del Ayuntamiento.

Fuentes de la plataforma vecinal apuntan que las llamas fueron provocadas por un joven que entró en la vivienda y prendió fuego. Señalan que esta persona sería la misma que aparece en dos vídeos que circulan por redes sociales en donde golpea la puerta del edificio con un objeto contundente, y luego persigue a otro hombre en plena calle para atacarlo. En el otro vídeo, se ve el interior de una vivienda incendiada y se escuchan gritos de alguien que habla un idioma extranjero mientras rompe parte del mobiliario.

Algunos vecinos sostienen que los incendios son producto de peleas entre okupas que se dedicarían al tráfico de drogas, mientras que otros consideran que se trata de un caso puntual de un joven con actitudes violentas y problemas mentales.

La construcción de la calle Asturias no fue la única que sufrió los incendios. El bajo del número 14 de la calle Diego Delicado ardió en la madrugada del miércoles. El mismo día, la plataforma Os Mallos Unidos protestaron frente de la vivienda. Los vecinos colocaron carteles en la fachada que contenían mensajes como «el barrio está que arde, queremos concejales con ‘luces', menos postureo y más seguridad».

En el último caso, solo una habitación resultó dañada. El que tuvo más repercusiones fue el del bajo de la calle Diego Delicado. Como en ocasiones anteriores, el Ayuntamiento afirma que la Policía Nacional es quien se encarga de las investigaciones y la identificación de los autores. La administración municipal considera que es imprescindible que Os Mallos «vuelva a la normalidad» porque «los vecinos no deben soportar esta situación», ha solicitado nuevamente la adopción de medidas contundentes a la Delegación del Gobierno. «La situación está adquiriendo una dimensión que requiere de una actuación rápida y eficaz por parte de la Delegación, sin escatimar ningún medio para acabar con esto. Debe movilizar los efectivos del CNP que sean necesarios», dice .

La sensación de hartazgo es generalizada entre los residentes.Los propietarios de los comercios aledaños también experimentan los efectos de la inseguridad. Aseguran un descenso en los clientes por los robos y peleas. Tanto los habitantes como los hosteleros echan en falta intervenciones por parte de administración. «La inseguridad es palpable, la gente se sienta indefensa. Ha impactado en mi negocio, ¿quién quiere hacer yoga en frente de un edificio okupado? Ya casi no salgo a la calle a pasear mi perro por miedo a que me pase algo. El barrio está muy descuidado», cuenta una vecina y encargada de un local que se encuentra cerca de la calle Asturias con la calle Noia,

Según algunos vecinos, esta vivienda pertenecería a una familia con alto poder adquisitivo que reside en Madrid, pero no han deseado vender la propiedad. «Es un acto de desidia y nos afecta al barrio entero», asegura uno de los residentes que vive desde hace 60 años por la zona. «Nunca había visto a los okupas con barras de hierro en las manos. Ves cada pinta todos los días, caras no amables. Hasta ahora se habían portado bien. Estos chicos no tienen donde ir, lo primero que ven lo cogen. Le tengo más miedo a los dirigentes que no resuelven nada. Los habitantes están temblando por la inseguridad del barrio», añade.

Por la calle Diego Delicado, los vecinos sienten desasosiego y enfado por la situación. «Nos tienen abandonados, estamos dejados de la mano de dios, los problemas los tenemos que resolver nosotros. Si hay una pelea y llamas a la policía, no vienen, solo cuando pasan estas cosas. Para los pobres no hay acompañamiento. Somos un barrio humilde y trabajador que se deteriora a diario, ya no tenemos tantos clientes porque no quieren venir», dice el dueño de un comercio aledaño a la propiedad okupada. El hostelero no quiso dar su nombre por motivos de seguridad.

Una comerciante del barrio afirma que veía entrar y salir muchas personas del edificio. Detalla que por la noche era «un trajín». También mostró temor por los hurtos que se han presenciado. «Aquí roban cada dos por tres, a una señora que iba a cobrar su pensión en la Caixa, se la quitaron», comenta.

Más altercados

Además de los robos e incendios en Os Mallos, en la Sagrada Familia hubo otro incidente esta semana. Dos hombres, de 40 y 26 años, fueron detenidos por la Policía Nacional por el delito de lesiones y atentado contra un agente de la autoridad. El suceso se produjo a las 3.00 horas del martes cuando un joven iba a entrar por el portal de su domicilio. Los detenidos lo interceptaron hasta que uno le cortó con un cuchillo en la frente.

Los policías buscaron a los hombres que se habían fugado de la vivienda hasta que fueron localizados por distintas patrullas porque los detenidos corrieron en direcciones diferentes. La persona que produjo la lesión contra el joven fue capturado. El otro caminaba con un martillo en la mano y arremetió contra el policía. Los detenidos han sido puestos a disposición judicial.