Un aparato de  comunicación de 1989, nuevo protagonista del espacio «Nuestros donantes» del Muncyt

Caterina Devesa REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA

María José Díez, donadora del aparato, junto a Marina Martínez de Marañón, directora del Muncyt
María José Díez, donadora del aparato, junto a Marina Martínez de Marañón, directora del Muncyt Muncytt

María José Díez Seoane donó el aparato Canon Communicator, que le sirvió de motor para aprender a hablar, y que estará expuesto en el museo todo el 2022

21 dic 2021 . Actualizado a las 21:18 h.

El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt) acaba de renovar el espacio Nuestros donantes con una pieza muy especial. Se trata del Canon Communicator, un dispositivo electrónico de comunicación, que permite mecanografiar mensajes de la longitud que desee en una cinta de papel.

El artículo, que estará expuesto en el recibidor del museo todo el 2022, fue adquirido el 29 de mayo de 1989 por la familia de María José Díez Seoane, que no olvida la fecha. «María tiene una memoria prodigiosa, es la que siempre nos recuerda a los demás los cumples y los onomásticos de la familia», dice su padre, José Luis, que no quiso perder la oportunidad de acompañar a su hija, que acudió junto a su hermano Juanjo y su marido José Manuel y recuerda que el aparato fue muy caro. «Valió 60.000 pesetas», puntualiza María, que cuando empezó a usarlo tenía solo 19 años. El aparato, ligero y de pequeño tamaño, funciona con baterías, por lo que es portátil. En su momento supuso un gran avance en la comunicación para las personas con dificultades para hablar y/o escribir, causadas por diferentes enfermedades neurológicas, además, en el caso de María, informática de profesión, le sirvió de motivación. «Aunque es pequeño, salir con él a la calle a diario era laborioso, entonces, en su caso, que además era joven, le parecía algo rollo. Gracias a eso arrancó con más fuerza, se esforzó muchísimo y empezó a hablar», explica el hermano de la donante, que recalca que el artículo supuso un gran cambio en la vida de su hermana. «Estamos muy orgullosos de ella, es un ejemplo a seguir».

El aparato Canon Communicator estará todo el 2020 expuesto en el Espacio donantes del Muncyt
El aparato Canon Communicator estará todo el 2020 expuesto en el Espacio donantes del Muncyt Muncyt

El origen del utensilio, que salió al mercado en 1979, está en las calculadoras de Canon. A partir de ahí la compañía realizó una adaptación y diseñó un pequeña máquina de escribir para que se pudieran comunicar entre sí las personas con alteraciones motrices. El teclado tiene 26 letras dispuestas en orden alfabético, con distinción entre las vocales y consonantes, a través de colores para simplificar su uso. Además tiene teclas para números, para borrar y para espaciar las palabras. Distingue entre mayúsculas y minúsculas, y cuenta un sistema giratorio de 180 grados para facilitar la forma de escritura, lo que hace posible la comunicación frente a frente con el interlocutor. Asimismo, cuenta con un sistema que memoriza y almacena frases y palabras pudiendo imprimirlas al ser conectado a un ordenador o máquina de escribir eléctrica.

Un espacio inaugurado en el 2016

El objetivo del Espacio donantes es enriquecer el patrimonio histórico gracias a las donaciones de personas e instituciones que, de forma altruista, contribuyen con la medida. «Es un homenaje a los que hacen posible el enriquecimiento de los fondos del museo», apuntan desde Muncyt, que señalan que en las primera piezas que formaron parte de la iniciativa en el 2016 fueron las del laboratorio del doctor Fermín Navarrina Gámez (1933-2013), que fueron donadas por su familia. Después, en el 2017 la Federación de Asociacións de Persoas Xordas de Galicia (FAXPG), donó tres teléfonos adaptados para personas con discapacidad auditiva. En septiembre de 2018, el Museo renovó de nuevo la exposición con un simulador de vuelo de los años 80 modelo ATC 610, facilitado por Aeroflora del Noroeste. Por último, un baúl portátil de veterinaria del siglo XX, destinado a transportar el instrumental necesario para el trabajo del veterinario en su desplazamiento a las zonas de ganado, ocupó el lugar durante el 2019.