Un nuevo ataque a la casa okupa de la ronda de Nelle en A Coruña terminó a machetazos

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Un joven recibió un corte en la cabeza de 12 centímetros y el supuesto autor fue enviado a prisión tras gritar en los calabozos que iba a poner bombas

03 feb 2022 . Actualizado a las 13:38 h.

La casa okupada del número 37 de la ronda de Nelle volvió a ser asaltada el pasado viernes. Cuando no habían pasado ni 20 días del ataque anterior, tres jóvenes acudieron armados y tras lograr acceder al inmueble, uno de ellos le asestó a una persona que allí vivía un machetazo en la cabeza. No murió pese a que la herida fue de 12 centímetros.

El supuesto autor fue detenido muy cerca. A la altura del número 8 de la calle Cardenal Cisneros, en la Sagrada Familia. A cien metros del piso desalojado la semana pasada en la calle San Lucas. Un coche patrulla vio al joven con un paraguas, lo que levantó sospechas en una noche en la que no llovía. Lo siguieron y al requerirle que les enseñase lo que llevaba, vieron oculta un hacha en la sombrilla. Mientras eso ocurría, se supo que del número 37 de ronda de Nelle salía un joven chorreando sangre por la cabeza. Las pesquisas policiales sirvieron para unir ambos hechos y achacar al detenido la agresión. También fueron detenidas otras dos personas, que habían entrado en el inmueble armados con cuchillos.

Este lunes pasaron a disposición judicial y el presunto autor del machetazo fue enviado a prisión como supuesto autor de un delito de intento de homicidio.

Antes de pasar a disposición judicial, los arrestados provocaron un gran altercado en los calabozos del edificio de Nuevos Juzgados. Tras negarse a declarar en el cuartel de Lonzas, una vez trasladados a dependencias judiciales, los metieron en las celdas a la espera de sentarlos ante el titular del juzgado de Instrucción número 5. Y empezaron a aporrear la puerta y proferir amenazas. Uno de ellos decía que iba a poner bombas, amenazando a los agentes custodios, que tuvieron que reducir a los reos.

Ese chalé en el que se produjo la agresión, próximo a la avenida de Arteixo, y que llevaba años abandonado, fue okupado en diciembre por un clan de origen magrebí. Desde entonces, los vecinos viven en vilo. «Entran y salen toxicómanos a todas horas», dice una residente. El pasado día 4, varios individuos se personaron frente al inmueble con palos y adoquines y comenzaron a lanzarlos contra la casa. Desde las ventanas, que terminaron hechas añicos, respondieron los de dentro. Hasta que llegó la policía y los asaltantes salieron corriendo. Cuando los agentes accedieron al interior, se encontraron con un arco con flechas.

Volviendo atrás, cuando se produjo la okupación, al lugar acudió la dueña del edificio, en compañía de las autoridades, pero los okupas le explicaron que una tercera persona les había alquilado el lugar por 1.500 euros para que residieran allí por un año. E incluso disponían de las llaves de la puerta para demostrarlo. Se cree que el ataque del día 4 se debió a que no pagaron el «alquiler» a tiempo. En cuanto a los hechos del viernes, nada se sabe. Más allá de que la policía sospecha que se trata de un ajuste de cuentas.