Afectados por el apagón de 12 horas en Os Mallos y la Sagrada Familia, en A Coruña: «La jornada fue desastrosa»

A. Villagrasa / T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA

Rafa, a la izquierda, con algunas de las velas con las que intentó mantener abierto su cafetería Chechus.
Rafa, a la izquierda, con algunas de las velas con las que intentó mantener abierto su cafetería Chechus. A. V.

Propietarios de los negocios de la zona lamentan las pérdidas ocasionadas por la falta de suministro eléctrico y esperan compensaciones

24 mar 2022 . Actualizado a las 11:40 h.

Muchos vecinos de los barrios de la Sagrada Familia y Os Mallos se vieron obligados durante buena parte de este miércoles a tirar de linternas y velas para tener algo de luz. Un incendio en un transformador subterráneo dejó sin suministro eléctrico a unos 1.500 clientes de Naturgy desde las 16.42 horas hasta las 4 de la madrugada, según indicaron desde la compañía. Sin embargo, muchos afectados señalaron en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, que no volvieron a tener luz en sus domicilios y negocios hasta algunas horas después.

Con el regreso del suministro eléctrico llegó también el momento de evaluar daños y solicitar compensaciones. «Tengo dos congeladores. Uno aguantó, pero la mercancía que había en el vertical se ha perdido toda porque no aguanta tantas horas», explicó Rafa, propietario de la cervecería Chechu's, que cifró en «unos 500 o 600 euros» las pérdidas ocasionadas por el corte del suministro. «El TPV se bloqueó y no se podía trabajar. La jornada fue desastrosa», aseguró. El hostelero lamentó que durante todo el día de ayer resultó imposible contactar con la empresa. «Hasta aquí no llegó ningún responsable para decirnos a dónde teníamos que llamar o a quién dirigirnos. Llamé por teléfono y todo el rato saltaba el contestador. Esta mañana ya conseguí contactar y me dijeron que me enviarán un mensaje y me llamarán», dijo. 

También resultó afectado, en uno de sus negocios, Juan Rodríguez. «En el café bar Rodríguez no había luz, pero en Mundial 82 sí teníamos, así que estuve llevando las bebidas de un lado para otro», comentó entre risas su propietario. «Las mesas de las terrazas estaban con velas y parecía un chill out», bromeó. Aunque la avería le obligó a cerrar uno de los negocios sobre las 9 de la noche, lograron paliar parte de la situación atendiendo las dos terrazas desde el local que tenía luz y moviendo la mercancía a las neveras que sí funcionaban. Rodríguez espera que la avería «no se repita» y todo quede «bien arreglado porque el barrio necesita seguridad».

De izquierda a derecha, Diego Abanqueiro, propietario de la peluquería Dievi, Juan Rodríguez, hostelero, y Ana Naya, vecina de la zona.
De izquierda a derecha, Diego Abanqueiro, propietario de la peluquería Dievi, Juan Rodríguez, hostelero, y Ana Naya, vecina de la zona. A. V.

Esa tranquilidad también la reclaman vecinos como Ana Naya, que cuando ayer vio la densa humareda negra que salía de las rejillas de ventilación bajo las que está situado el transformador afectado, se temió algo peor. «Los generadores hacían un ruido que parecían explosiones. Durante años hubo unos depósitos de gasóleo y no estábamos seguros de si se habían retirado. Teníamos miedo de que pasase algo más grave», aseveró.

El apagón obligó también a Diego Abanqueiro, dueño de la peluquería Dievi, a cerrar las puertas de su negocio. «Terminé de cortar el pelo al cliente con el que estaba y a uno más que vino y me lo pidió, pero ya no pude hacer más», comentó. «Llevamos una temporada, que esto ya era lo que nos faltaba», se lamentó.