Menos batallas para María Pita

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

TOMA DE POSESION DE INES REY GARCIA COMO ALCALDESA DE A CORUÑA MANDATO 2023/2027
TOMA DE POSESION DE INES REY GARCIA COMO ALCALDESA DE A CORUÑA MANDATO 2023/2027 CESAR QUIAN

La buena relación de Inés Rey y Jorquera augura en A Coruña un mandato más plácido que el anterior.

18 jun 2023 . Actualizado a las 17:01 h.

Desde el preciso momento en que se supo alcaldesa de facto —antes incluso—, Inés Rey dejó muy claro que pretendía gobernar en solitario, sin socios de bipartito. Ya lo hizo en su primer mandato, cuando tenía dos concejales menos y el lastre de una Marea Atlántica que hizo de todo, excepto echarle una mano. Pues con más razón ahora.

Por eso llama tanto la atención la airada reacción del BNG tras el anuncio del pacto de investidura, agraviados sus responsables municipales por el rechazo socialista a un acuerdo de gobierno que a nadie pudo coger por sorpresa, y menos a ellos.

Tal vez el Bloque necesite, dada la inmediatez de las próximas elecciones, marcar diferencias y armarse desde ya como oposición, pero, escenografías al margen, parece claro que PSOE y BNG están condenados a entenderse y que, salvo sorpresa, van a deparar un mandato bastante más estable que el anterior.

En juego, la honra de la ciudad, guiño de la alcaldesa a María Pita en su discurso de investidura. Bien, pues parece que en los próximos cuatro años no tendrá que librar las batallas encarnizadas que incendiaron el palacio municipal. La relación de ella con Francisco Jorquera y su equipo es buena y eso debería favorecer la aprobación de iniciativas y, en consecuencia, beneficiar a los coruñeses.

Pero es cierto que, para aprobar sus propuestas en los plenos, Rey deberá contar a menudo con un Bloque que ha dejado claro que no regalará nada y que va a ejercer con firmeza la labor de oposición. De entrada, ha marcado sus condiciones en un acuerdo de investidura que lleva el sello de los dos partidos, pero que suena más a documento de fiscalización al gobierno, con un calendario para el control de ejes estratégicos, como por ejemplo el puerto.

No parece casual que la regidora, en su discurso, destacase la fachada marítima como el principal reto del mandato, con la creación de un ente consorciado y un paso más en el uso público de los muelles. El Bloque tendrá influencia en esta y otras cuestiones, pero tampoco podrá perder de vista (ni el PSOE) que sus abstenciones o votos en contra en los plenos darán victorias al PP.